31 julio 2007

“La crisis causó 2 nuevas muertes.” (Aparentemente/Duhalde)

La propuesta de identificación de lectores (que igual sigue abierta) fue aparentemente una decisión demente (que claramente combatí hasta acatarla lealmente). Consecuentemente, diré algo más sobre los adverbios terminados en “mente”: estoy en contra. No por belleza, sino porque dicen más –y a veces también menos– de lo que quiere el hablante, que en general sólo quiere de ellos un tiempo para pensar cómo seguir. Son palabras largas, solemnes y no pocas veces redundantes en contexto, rasgos que las hacen casi perfectas para mentir. Como ejemplo, que baste este botonazo de Duhalde, extractado del excelentísimo documental La crisis..., cuando lo muestra dando un asoleado discurso días después apenas de la atroz cacería de Kosteki y Santillán: “Aparentemente algunas cosas ya se están aclarando. Y desgraciadamente una vez más –digo siempre «aparentemente», porque los hechos que nos conmueven deben ser probados en la Justicia–, nuevamente quienes deben custodiar el orden son los que han llevado a cabo esta atroz cacería. Pero no todo aparentemente ha sido descubierto”.

Sin afectar su contenido de verdad, la frase podría reescribirse: “Algunas cosas se están aclarando (fueron los sospechosos de siempre), aunque no todo”. De modo que el primer “aparentemente” está dicho sólo para ser metalingüísticamente referido por el segundo: pompa y redundancia en un discurso sobre sangre caliente. “Nuevamente” duplica el “una vez más”. “Desgraciadamente” cubre con creces el requerimiento de cinismo y ambigüedad que todo discurso presidencial necesita. Y el último “aparentemente” no sé si es un modo de apaciguar inquietudes en miembros de las fuerzas, un gesto de reafirmación personal del tipo “no me den por muerto” o simplemente una expresión de deseo, pero en cualquier caso es otra obviedad: nunca se descubre todo.

La crisis es un documento. Y por eso cada escena es un cuadernillo de ejercicios (con autoevaluación incluida) para la interpretación de la mentira organizada. Esta cita es, por ejemplo, prueba de que cuando alguien usa muchos adverbios en “mente” está chamuyando demasiado.

Y repito: La crisis es un documento, sinceramente.

No hay comentarios.: