14 diciembre 2008

Dileteando por acá

Ciencia infusa: conocimiento recibido directacmente de Dios. Por ejemplo, Cristo tenía una visión beatífica porque su alma estaba imbuida de ciencia infusa (muy probablemente por ser hijo de su Padre). A este conocimiento divino, Cristo luego le sumó el saber experimental durante su vida por la Tierra, probablemente por Asia Menor.

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Complementariamente, cualquier animal, incluso diría: cualquier vegetal, aun sin saber nada, sabe lo siguiente: "Existo, luego debo alimentarme".
Por su parte, Olivia, nuestra gata, nos persigue para mordernos de los tobillos para abajo, principalmente cuando estamos descalzos. Pobre, ella no sabe de más seres que Malala y yo, nuestros amigos, los eventuales pajarillos que suelen revolotear sobre su comida, y las cucarachas, polillas y moscas. Y ahí se le acaba el panorama. Entonces, puesto que sabe (digamos, por ciencia infusa) que debe comer, y puesto que ya también sabe, por experiencia, de sus capacidades cazadoras, caza (o juega a que son cazados por ella) a nosotros o bien a nuestros pies.
En fin... es sólo una gata.

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En cambio, por su parte, Domingo Felipe Cavallo, que es aun a regañadientes un ser humano, es escrachado en París, en una disertación que iba a dar más que nada por sus connaturales ganas de alimentarse. Me parece perfecto: como a los nazis le tiene que pasar. El chivo expiatorio no es un mal instrumento político, al menos comparado con los vigentes actualmente (la hecatombe, sobre todo). Ibarra, por ejemplo, fue un chivo expiatorio, y lo bien que estuvo. Dicho instrumento, por lo tanto, puede interpretarse como la sublimación -la civilización- del genocidio o de la persecución. Porque tampoco se puede matar a toda una casta sacerdotal (los economistas, por ejemplo), ni meterla presa sin martirizarla. De modo que: escrache permanente para Cavallo ("no llore, ex ministro, no llore") y ni olvido ni perdón para el resto de los vendedores de humo en el mercado de futuros (porque lo que ellos buscan es, justamente, el incendio). ¡Cambio para Redrado! ¡Liquidación de Avila!

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¡¿Así que "Chau prejuicio"?! ¡¿Qué?! ¿Se va a ir por sus propios medios? Y en tal caso, ¿caminando o en silla de ruedas? No e' así. La política es constituyente de la ética y de la biología. Por lo tanto: ¿Qué hacemos con los prejuiciosos? ¿Los eliminamos? ¿Los segregamos? ¿O sólo los adoctrinamos hasta que piensen bien?

Por lo demás, ¡¿Vicejefatura?! ¿No será que estamos recortando la figurita difícil (la que gana o ganaría por completar el álbum de la derecha vernácula) de un papel que no cabe en el sobrecito? Pero entonces, la patria republicana ¿no se queja de esta Campaña Para la Caja?

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Malala dice que no hay sociedad sin chivo expiatorio. Yo, que no la hay sin Estado. Más o menos capilarmente hablando, creo que estamos hablando de la misma difusión: los límites de nuestras condiciones materiales de existencia

06 diciembre 2008

Ellos son (El silencio frente al espejo)

"Ellos, antes, podían", empieza Saer La mayor.


Los ellos a los que yo me refiero todavía pueden, pero tengo para mí que menos que antes, porque ni siquiera saben qué.
Se sabe: los empresarios anti K (no todos, no pocos), la oposición política, la hemegonía mediática y la coparticipada troupe de figurantes pour la galerie critican al kirchnerismo principalmente por las concreciones de sus proclamas igualitarias o paliativas, mientras callan olímpicamente hasta su propio oprobio el mutis K en cuestiones viciadas de menemismo explícito, como la depredadora extracción minera. En realidad no callan, hablan a favor, en suplementos especiales sobre la "San Juan minera" o la gloriosa Barrick Gold. La cobertura del veto de Cristina a la ley de glaciares no es denunciar el tongo (como ACÁ); es más bien la continuación del esmerilamiento por otros medios, como el ninguneo de la óptimamente noticiable reunión Cristina-Madonna-Betancourt, de un pedorrismo consustancial a la patria mediática, tanto como la reunión Julio César Cleto Cobos-Macri, aunque de mucha mayor envergadura la de las mujeres (que además dan tanto mejor en cámara).En nuestra democracia post-neoliberal, los medios de comunicación constituyen, por y para sí, la tendencia misma. Los medios -en Argentina, explícitamente: la hegemonía del clarinismo- comandan la contrarreforma (¡la opción por los ricos!), conjuntamente con el índice Merval, el Banco Galicia, la Sociedad Rural, el obispado ítalo católico argento y la pareja del momento que aparezca junto a Tinelli. Este es el papel en general de la prensa en buena parte del mundo y, muy particularmente, en la Argentina del Grupo Clarín; al menos tal como lo conocemos hoy, sábado 6 de diciembre de 2008... Porque las acciones de Clarín siguen bajando, lo que se me anuncia como una futura reconfiguración de su constitución accionaria, de la participación en la propiedad de semejante elefante y, por lo tanto, de su injerencia en la historia de Argentina (ese país al que le debe, el gran diario, en definitiva, su existencia.)
Hace seis/ocho años nomás, apuntalaron y reflejaron el abominable tinglado del helicóptero. Sólo así se explica que para ellos el gobierno de De la Rúa marchara sin resistencias evidentes en su portada hasta el 18 de diciembre de 2001: estaban, ellos, los hoy demócratas, los azules y los colorados de antaño, ganando tiempo para la fuga de divisas y su correspondiente pesificación asimétrica, una de cuyas contraprestaciones fue el nefando titular: "La crisis causó 2 nuevas muertes".En estos momentos, en su gozoso afán de estar en cadena nacional (pero privada), persiguen la transmisión perpetua de cada crimen contra la propiedad, en especial de aquellos que también sean contra la vida (de los propietarios y, en caso óptimo, ingenieros). Pretenden justificar su monomanía en piñón fijo por dichos crímenes representando un supuesto crecimiento exponencial, apenas por debajo de la sensación de inseguridad, ya en un putativo punto de saturación. Pero mañana no debería seguir siendo esto.
En el mundo, mientras tanto, otra hora comienza: la hora del crack de Wall Street. La hora en que es inminente la quiebra, la absorción y una mayor monopolización de su banca y de su producción. La hora en que es probable que los bonos del Tesoro estadounidense caigan en default, el quebranto del Estado yanqui y, en tanto, la cancelación a mansalva de los ceros y ceritos que inflaron todas las burbujas, la burbuja. La hora en que "dólar" mutará de valores, de cambio y de uso. Será otra modulación. No se sabe cuál. Algunos pensamos un poco de esto y otro poco de esto, entendiendo según nuestras posibilidades y apostando según nuestros deseos, como debe ser. Hasta gente como Morales Solá suele conservar esas mínimas decencias, aunque mienta con "desde el llano" mientras nosotros revoleamos los ojos, atribulados pero florecientes en medio de los silencios imperiales.

"Ellos son", en definitiva, los violadores de la lengua, el espejo de los lenguaraces de quienes en verdad sartenean a lo pavote con el mango firmemente aferredo: latifundistas, agiotistas y usureros (la gran banca privada), los capitanes de la industria y los dueños de la ferretería. Entre ellos, para nosotros, sólo se trata de vivir. Ojalá esta vez resulte bien.