17 agosto 2012

Convulsión y mieditos heredados

¡Guau! No se por donde empezar.

Ayer tenía una charla acerca de las tomas en los colegios / paro de  subtes / 0800 / feriados y tengo que confesar que venía bastante alejado de algunos temas políticos debido a diferentes temas que obviamente incluyen mi vida personal.

Pero hice el siguiente análisis a partir de la toma del Pellegrini, alguien me recordaba que la administración de buffet y fotocopiadora en un establecimiento no es condición suficiente para una toma (yo al no poder contextualizar, no emito juicio). Después pensé en que hacer política en las escuelas públicas no está, ni podría estar prohibido… pero recibí una respuesta que ya había recibido en otras ocasiones “siempre estuvo prohibido”.  Hay gente que cree que esto es cierto, y si fuera legalmente posible, ¿como se instrumenta? ¿Para qué? ¿Con qué sentido? Política es cultura…

Claro… y cuando alguien sale a decir que la fotocopiadora y el buffet son pavadas como para frenar un colegio. Habría que pensar que estos chicos (que son la generación que viene) representan muchas luchas que se vienen dando desde la argentina de 1989 en adelante, estos chicos nacieron en los noventa y hace 5 añitos y pico: les sacan las becas de estudio, les abandonan los edificios y dejan que se les caigan encima, precarizan a los profesionales públicos. El buffet es una excusa por los constantes ataques y ninguneos que reciben estas instituciones y no nos olvidemos que gran parte de las personas que están en los colegios son los alumnos.

No voy  a decir nada nuevo pero esta administración de la ciudad busca destruir la escuela pública con la receta liberal y con el miedo heredado de las generaciones que han quedado calladas para siempre por que quienes hicieron política para evitar estas cosas, han desaparecido.

08 junio 2012

Colaboradores de prensa


Lo encontré acá, viene de acá y acá va:

Feliz día del periodista precarizado

Por Bruno Bimbi*

Hay noticias que la mayoría de los medios —o quizás todos— nunca te van a contar. Ni los medios oficialistas, ni los opositores, ni los demás. Hoy es el día del periodista y muchísimos periodistas, en distintas redacciones, trabajan en negro. Las empresas abusan de figuras tales como “colaborador” y “pasante” para tener profesionales haciendo el mismo trabajo que los demás, pero por mucho menos dinero, sin obra social, sin aportes jubilatorios, sin vacaciones pagas, sin aguinaldo, sin derechos gremiales y sin estabilidad laboral. Obvio: esa noticia no sale en los diarios. Ni en los oficialistas, ni en los opositores, ni los demás. Hay cosas en las que los dueños de casi todos los medios están de acuerdo.
La ley 12.908, más conocida como Estatuto del Periodista, promulgada por Perón en 1946, establece en su artículo 2º que “se consideran periodistas profesionales a los fines de la presente ley, las personas que realicen en forma regular, mediante retribución pecuniaria, las tareas que les son propias en publicaciones diarias, o periódicas, y agencias noticiosas. Tales el director, codirector, subdirector, jefe de redacción, secretario general, secretario de redacción, prosecretario de redacción, jefe de noticias, editorialista, corresponsal, redactor, cronista, reportero, dibujante, traductor, corrector de pruebas, reportero gráfico, archivero y colaborador permanente”, y más adelante, en el mismo artículo, aclara que “se entiende por colaborador permanente aquel que trabaja a destajo en diarios, periódicos, revistas, semanarios, anuarios y agencias noticiosas, por medio de artículos o notas, con firma o sin ella, retribuidos pecuniariamente por unidad o al centímetro, cuando alcance un mínimo de veinticuatro colaboraciones anuales”.
¿Qué significa eso de las veinticuatro colaboraciones anuales?
En todos los medios hay colaboradores ocasionales que realizan notas, entrevistas, columnas u otro tipo de trabajo de manera no permanente, por varias razones: puede tratarse de periodistas que trabajan de manera independiente para varios medios, sin tener vínculo fijo con ninguno, o inclusive profesionales de otras áreas que escriben con cierta periodicidad sobre el tema de su profesión, sin ser empleados del medio y sin que ese trabajo sea su principal fuente de ingreso. Sin embargo, la ley fijó un límite para eso: si en un período de un año, una persona escribió veinticuatro notas, debe ser incorporada a la planta como colaborador permanente. O sea, en blanco, con todos sus derechos garantizados. Se buscaba así evitar que pase lo que, violando la ley, pasa actualmente en casi todos los medios: un alto porcentaje del plantel periodístico está irregular, escondido tras la figura de “colaborador”. Según un fallo de la Cámara Nacional del Trabajo que ya tiene varias décadas, “la incorporación de un colaborador al régimen del periodista profesional se determina en forma objetiva por la intensidad de sus prestaciones, fijados legalmente en un mínimo de 24 colaboraciones por año; no obsta la concurrencia discontinua o el pago no sujeto al cumplimiento de horario determinado” (CNTr., 1 *, 10/2/72, 11 149-25).
Pero, ¿qué importa lo que diga la Cámara Nacional del Trabajo? ¡Esto es Argentina!
Cuando empezás a trabajar en un diario, la mayoría de las veces es así. Provisoriamente, quizás para siempre. Los “colaboradores” son obligados a inscribirse en la AFIP como monotributistas, cobran un precio unitario por nota publicada o un fijo arreglado verbalmente y, además de no gozar de ninguno de los derechos laborales y sociales que la ley les garantiza, deben pagar el monotributo e Ingresos Brutos. En algunos casos, cuando cumplen las 23 colaboraciones, los editores les dicen: “No te puedo publicar nada más por ahora” y esperan a que pase el año, para seguir publicándoles. Durante ese período, no cobran nada, y cuando se vence el año, les vuelven a publicar, siempre como colaboradores no-permanentes. En otros casos, las empresas les siguen publicando las notas, haciendo de cuenta que las 24 colaboraciones nunca se cumplieron. Total, no pasa nada. El sindicato (una entidad que dice llamarse “Utpba” y nadie sabe muy bien a qué se dedica) no hace nada y el Ministerio de Trabajo tampoco, así que esa situación irregular puede mantenerse, provisoriamente, para siempre. Algo parecido ocurre con los pasantes, pero generalmente es peor: se sientan en la redacción al lado de otro periodista que cumple el mismo horario y desempeña las mismas tareas, pero ellos reciben muchísimo menos. Y un día, de repente, les dicen: listo, gracias, no vengas más. Repito: el sindicato y el Ministerio de Trabajo no hacen nada. Ni con los medios oficialistas, ni con los opositores, ni con los demás. Parece que en eso también, están todos de acuerdo. ¿Y cómo no van a estarlo, si el propio Estado —nacional, provinciales y municipales— tiene miles de trabajadores en negro con el mismo sistema: monotributistas con factura y sin derechos. Es la regla en el Estado, ¿cómo controlar a los privados? Vos no digas nada, yo tampoco. Una mano lava a la otra.
En mi último trabajo, en un diario que no existe más, que no nombro únicamente porque estoy en juicio con el empresario que lo llevó a la quiebra, trabajé durante más de dos años como “colaborador”. Cuando la empresa empezó a caminar hacia el precipicio, cada vez más rápido, los primeros que dejamos de cobrar fuimos nosotros. Primero nos dijeron que había un problema, pero quedate tranquilo, que en quince días como máximo cobrás. Después nos dijeron que el mes que viene cobrás los dos meses juntos, quedate tranquilo. Después que quedate tranquilo que en un mes o dos esto se soluciona. Cuando ya nos debían cuatro meses —y ni el sindicato no el Ministerio de Trabajo hacían nada, repito otra vez—, tomamos la iniciativa de organizarnos. Con la ayuda de colegas y de varios editores logramos contactar a la mayoría de los colaboradores y les mandé a todos una planilla para hacer un censo. El primer corte del censo daba resultados increíbles: nos debían más de 200 mil pesos, hacíamos cada semana entre el 25 y el 30% del diario, éramos más de 30 personas, buena parte estábamos desde el primer mes, la mayoría habíamos superado por mucho las 24 colaboraciones —¡algunos habían superado las 240!— y no cobrábamos hacía varios meses. A mí me echaron. Al final, en pocas semanas, echaron a todos. El diario ceró y nadie cobró nada.
Esa situación se repite en distintas redacciones de diarios y revistas. Están todos tan acostumbrados que parece normal. Trabajadores que retroceden en sus derechos al período anterior al primer peronismo. En negro. Sin vacaciones. Sin obra social. Sin aguinaldo. Sin aportes jubilatorios. Sin derechos gremiales. Sin obra social. Son periodistas, pero ningún medio te lo cuenta.
No es noticia.
Toda esa gente son mis compañeros. Feliz día.

*Bruno Bimbi (33) es periodista, profesor de portugués, máster en Letras por la Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro y doctorando en Estudios del Lenguaje en la misma universidad. Actualmente coordina la campaña por el matrimonio igualitario en Brasil. Es activista de la FALGBT y autor del libro “Matrimonio igualitario” (Planeta, 2010). Escribe el blog Tod@s en la web de TN.



En otro orden de cosas, o no tanto, hoy hay fiesta del gremio en Alsina 1762, en la Asociación Argentina de Actores.

30 mayo 2012

El papel de La Nación

  
Querido diario: 
Recordar que nadie se afilia a un frente ni a una corriente. 
Las personas nos afiliamos a partidos políticos. 
En este caso, Lidia Papaleo -como así también Malala y yo más tarde- se afilió al PJ. 
Recordar que operar no es lo mismo que mentir. 
Informá bien, querido diario cuasi sesquicentenario.

Acción social de Nación en ocho villas del AMBA

Vía BAE, nos enteramos de que "Lanzan plan piloto de 7 ministerios en villas del área metropolitana".
Enhorabuena.

24 mayo 2012

De martillos y tenazas

¿Quién no clavó un clavo con una tenaza?

¿Cuáles son los hechos?

Argentina entró en default  en diciembre de 2001.

Los análisis fueron muchos, pero podríamos decir que la economía se fundió debido a una política de desinversión local y una falsa salida de la crisis por medio de toma de deuda y levantamiento de las barreras tanto a la importación como a la exportación. (1989 a 1994)

Por este motivo, el neoliberalismo (liberalismo a secas -para mí-) se jacta de que puede mover rápidamente la balanza de cualquier economía brindando herramientas para hacer subsistir (y nada más que subsistir) a las economías inferiores. Es decir, siguen manteniendo una economía de producción baja en países periféricos, con muchísima mano de obra y los costos al mínimo posible.

Cuando estás grandes economías entran en procesos de recesión, simplemente desmantelan los medios de producción de los países donde están y buscan una economía aún más pobre, la cual no pueda negarse a las condiciones de producción que plantea el capitalismo.

En 1997 comenzó a nivel global la crisis energética, como la del 73 pero a mayores escalas, el mundo debe comprender que producir con los costos de la energía de hidrocarburos generará una gran crisis (primero en 30, después en 20 y hoy se sabe que en menos de diez años).

A fines de la década del noventa el mundo todo entra en una recesión, ergo, las grandes economías se corporativizan y las economías periféricas son una vez más privadas de sus medios de subsistencia.
En este contexto en la Argentina, suceden los hechos del 2001. La economía se enfría por completo, sin medios de producción, sin efectivo ni reservas y sin presidente.

La economía se recuperó en un proceso de varios años principalmente basándose en el calentamiento interno y con la recaudación a las exportaciones de bienes no manufacturados. La economía interna debió encontrar maneras de producir y sobretodo de consumir  cosas que no le fueron accesibles.

En el medio de ese proceso se han hecho cambios estructurales al cuerpo de leyes que a mi entender fomentan en el mediano y largo plazo, a la población de este vasto país. La educación secundaria obligatoria y gratuita, la AUH, como herramientas directas y algunas indirectas, como la Ley de matrimonio igualitario y la de identidad de género.

Que el árbol no nos tape el bosque

“Nosotros” estamos acostumbrados a confiar, porque con la información que existe y haciendo un poco de triangulación entre medios masivos, blogs, redes sociales y la calle misma, podemos inferir que movidas demoniacas (dicen los medios) suelen tener final feliz.

Esta semana a través del dólar de colores y las ya consabidas restricciones a la importación hemos tenido cualquier cantidad de comentarios acerca del Kirchnerismo y sus medidas cubanas de gobierno.

A partir de aquí infiero (solo a título personal) que viendo a la Argentina inmersa en el mundo puedo comprender de algún modo cómo funcionan las restricciones a las importaciones. Quizá el hecho de estar en el combo “declaro que tengo y compro dólares” o en el combo “Moreno no me deja entrar insumos”, puede entenderse de que formas parte del combo “La junté durante 20 años sin pagar un mango” y hoy tendrías que empezar a pagar impuestos altísimos por producir o revender productos importados.
Los costos son altos a nivel local, pero son los costos de tener una economía sustentable. Digo, el obrero siempre ha sido el damnificado de las crisis económicas y de producción… cuando retrae la economía se queda sin trabajo. Este nuevo modelo tiende (en el largo plazo) a la eliminación del intermediario, es decir que por lo menos a nivel interno llevaría los costos de producción de un bien a “lo más justo posible”.

En un contexto mundial favorable Argentina tiene un norte cierto, el autoabastecimiento, que a mi entender es un sueño posible. La economía básica de subsistencia dice que uno debe producir más de lo que consume para poder tener superávit. No creo que una familia se subalimente para ahorrar dinero y especular con el por el simple efecto de enriquecerse… Primero subsiste y luego existe.

La comida, el trabajo y la educación están (dentro de lo posible) garantizados. (Hecho)

Supongo yo que el mundo está a la espera de lo que suceda en la zona Euro, hablando mal y pronto, hay varios países con idiosincrasias y tradiciones muy distintas compartiendo una moneda transnacional que carece de representación soberana y hoy, el dueño de los medios de producción “gobierna“  por medio de políticas económicas a varios países que si son soberanos.  Alemania tiene el poder para sostener de determinada manera la economía del Euro, pero lo puede hacer por su larga tradición en la industria metal mecánica, una industria que hoy está viviendo sus últimos años, ya que como sabemos, los orientales todos, producen mejor y más barata tecnología. Alemania como figura máxima de la zona Euro tiene a sus economías dependientes en crisis violentas… y está tratando de curar sus miembros engangrenados con aspirinas. La zona Euro sin todos sus países deja de ser un todo, pero deberá amputar para seguir con vida. Sumado a eso existen obsoletas pero aun efectivas formas de gobierno  que socialmente son vapuleadas y resistidas por una pequeña pero instruida masa juvenil.

En ese contexto están las normas a la importación y compra de divisas en la Argentina. Históricamente podemos producir alimento para 400 millones de personas (sin manufactura) con poca inversión en la industria podría multiplicarse la productividad, existe lugar físico y agua potable de punta a punta del territorio… recuperamos los hidrocarburos y soñamos con un plazo de tres a cinco años podes alimentar toda la energía industrial sin importar una gota de petróleo.

¿Entonces es tan hijo de puta """frenar las importaciones"""?

Yo creo que no.

Creo que, el mapa del mundo está cambiando que Europa va a sufrir grandes cambios a nivel político y económico… y que van a salir a comprar bienes de primera necesidad.  En China van a seguir consumiendo alimentos importados y a diferencia de los antiguos modelos de exportación argentinos, vamos a hablar de una economía autosuficiente que generará superávit. No nos olvidemos que en 2003 en 25% de la masa obrera estaba desocupada.

Y la clase media, es solo eso, clase media…

05 abril 2012

No mentirás



(Clic en las imágenes para agrandar.)
Para quienes no puedan hacerlo, les comento que la mentira radica en llamar "quita de subsidios" al impuestazo macrista. Vergüenza debería darles, peeero...

23 febrero 2012

Viajar a contramano

Ante la catarata de críticas contra la política del Gobierno con TBA, rescato un pasaje de las palabras de De Vido, en el que afirma que primero se impulsará investigación judicial y que luego se abrirá el camino de las medidas administrativas.
Ojalá sea así. Ojalá que la administración que lleva una década y media se termine en un par de meses, con condena judicial y una resolución barata económicamente para el Estado, que luego mucho tendrá que invertir para poner a punto un sistema ferroviario atado con alambre.

La esperanza es una invención moral.
Por supuesto, ni en la política ni en la vida, la esperanza lo es todo. ¡Pero cómo ayuda!

08 febrero 2012

Mañana es mejor

Una amiga compañera se quejaba en redes sociales recién del bajonismo, del regodeo en la lágrima, de la deprimente musicalización del telenoticierismo. Mentaba, ella, que “Seguir viviendo sin tu amor” no es la única canción que compuso el Flaco y que era imposible esperar que pasaran “Los libros de la buena memoria”.
Yo, justo después de escuchar Almendra con nuestro hijito, estaba por poner esa canción.
Aunque finalmente puse “Las golondrina de Plaza de Mayo” y “El anillo del Capitán Beto” porque, la verdad, “Los libros de la buena memoria” me torra un poco. De todos modos, la idea es: “Las almas repudian todo encierro/ las cruces dejaron de llover”.

Te pueden gustar o no sus canciones, pero el Flaco nunca vivió de hacer giladas, más allá de las ínsitas giladas de los poetas poetizantes.
Pero fue un laburante. Y vivió de vender su arte, no su vida privada. Eso es un ejemplo, sobre todo cuando el arte gusta intensamente fuera del recoleto ámbito de los miembros de la familia del artista.
Y tampoco le cantó a la gilada, a la falopa, al reviente. El pomelismo (y no me refiero a Sabbatella) es un camino facilongo y terminal. Él eligió mayormente otro, el de la imaginación, el de la construcción de miniaturas de la ensoñación.
Te podrá gustar más lo realista, lo figurativo. Son opiniones.
Pero fue un gran argentino. Con todo lo bueno y lo malo que eso quiere decir.

“Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo tiempo por pasado fue mejor”

“Pesimismo de la razón / Optimismo de la voluntad.”

“La esperanza es una invención moral.”

(Cuida bien al niño.)