Dos años... va a hacer dos años que vivo al lado de una obra. No es siempre la misma, porque me mudé; pero tampoco es la misma porque una vez terminada la de tras la actual medianera, el vecino de adelante encaró la reforma del fondo de su casa que, claro, linda con la mía.
Además, conversando con el vecino del fondo, me enteré de que cuando se acabe la obra de adelante, van a desarmar el pasillo y ponerle las baldosas de nuevo.
Por las dudas, resulta que también están levantando la vereda y cambiando los caños de desagüe. Esto nadie me lo anticipó, simplemente llegué el otro día y vi lo que faltaba: la vereda misma.
¿Qué habré hecho yo para merecer esto?
Van casi veinticuatro meses de despertar todos lo días más o menos hábiles con compases de martillazos, mazazos, perforadoras y cosas así.
¿Alguien conoce un gualicho, técnica de aromaterapia o cosa similar para resolver este temita?
(De paso, que la foto sirva como recomendación: si todavía no vieron En construcción, denle una oportunidad, que bien la vale.)
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