31 mayo 2009
Sábado rosarino con Rossi
-¡Ariel...! -me despierta Malala codeándome.
-¿Qué?
-Son las ocho y seis: nos quedamos dormidos -me informó.
-¡No!... ¡Qué boludo!
-Ey, yo también me quedé dormida -objetó ella.
Yo coroné mi rabia con una piña contra la pared, en enfático repudio a mí mismo por haber perdido el viaje gratis y la charla con gente bien, como uno.
A las nueve estábamos en un micro en Retiro próximo a partir. Altísima aceleración.
Satisfecho, me resarcí con un sueño de cuatro horas.
***
A la una y cuarto llegamos a Montevideo al 1500, un auditorio de SADOP. Ya resginados a habernos perdido a Laclau en campaña con Rossi, y por lo tanto absueltos de esa pena, nos abocamos a la mitad llena, aún intacta, de ese vaso rosarino.
(Hoy leemos: "A los santafesinos les sobran motivos para votar a Rossi", alentó Laclau desde un estrado donde se sentaron, además del propio dirigente, el vicerrector de la UNR, Eduardo Seminara, y Juan José Giani, ex concejal y analista de temas filosóficos y políticos.)
Nos calentaron la espera dos sólidos militantes peronistas, uno locuaz, el otro pertinaz, cuyos nombres mi pudor o cierto infundado respeto me impidió preguntarles. Las historias grande, mediana y chica de la política santafesina nos fueron compiladas en una intensa media hora.
Hacia las dos cayeron Oscar, Mari B y un señor de la ciudad, en agradable trío.
A las dos y media, El Grito Primal me confesaba su satisfacción por este cabal ejemplo de picaresca sublime.
A las tres, quien más quien menos, ya se había clavado su ración choripanera, acompañada o no con mayonesa con cositas sabrosas.
Un poco después, empezó Diego Palacios a comentar su powerpoint sobre el desarrollo de la producción rural, instantáneas de datos que delimitaron con precisión la magnitud del problema de la expansión sojera y la trascendencia y la necesidad de promover la agricultura familiar. La presentación tal vez pueda ser colgada en la red, si es que ya no lo está; una cosa que me quedó grabada: la perfecta correlación que se estable entre la disminución de la superficie dedicada a pastoreo y lechería desde 1988 a la fecha y el aumento de la explotación sojera, esa comida de chanchos chinos, dicho con todo respeto.
(Aún así, como nos comunica hoy Oscar, en 2003 comprabas 481 gramos de milanesa con el salario promedio por hora; hoy, comprás 633 gramos. Errores o baches puede haber habido en la política con el sector. Lo seguro son los aciertos. Esa es la verdad de la milanesa, má que índice Big Mac)
Bettanin, segundo candidato a diputado detrás de Rossi, introdujo una cifra escalofriante: el 93% de lo emitido por televisión en todo el país es producido en Capital, dirigido preponderantemente a una población de clase media y con un 6% de temas con origen en el interior (hechos policiales en no pequeña medida). ¿Querían "representatividad fragmentada"? Ahí la tienen.
Agustín Rossi, cálido y pintón, reclamó tajante un repudio en toda regla por parte de la Mesa de Enlace respecto de la serie de ataques que lo tuvo como destinatario privilegiado. "No puede ser que reclamen las garantías de la democracia y que manden patoteros." También se mostró entusiasmado con el repunte en la intención de voto oficialista, que no aún satisfecho.
Héctor Cavallero habló de Humberto Volando y, con eso, de las transformaciones epocales.
Eduardo Bustelo circunscribió la encrucijada del ahora. Del capitalismo, dijo que está entrando en una nueva onda larga y que su evolución tecnológica determina la expulsión de mano de obra. A eso nos enfrentamos. A eso, y a la inversión ideológica que los medios producen en tanto principales dispositivos de las sociedades de control, inversión que lleva al enjundioso cinismo de que un supermercado se llame Libertad.
Aparecen el café y los alfajores Cabsha.
Hay uno que dice que los blogs lo salvaron cuando la oposición agrogarca a la 125 lo confinó a un "exilio interno en Firmat".
Ana María Salgado, docente, quien resistió la última inundación de Santa Fe en su escuela, ya convertida en isla porque el Paraná subió y Reutemann había decidido no taparles la vista del río a los socios de Golf santafesino, es decir, no cerrar la conteción de la ciudad y condenar a los barrios pobres. Ella habló, entre otras cosas, de educación, internet e integración social.
El viaje de vuelta fue una tormenta de ideas en toda regla. Descabelladas las más, que no todas.
Gracias especiales a Rob Rufino, de Catanpeist, promotor de toda la movida.
Etiquetas:
Agustín Rossi,
Archivos digitales,
El buen paso
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario