Hace unos días me enteraba que, grosso modo, unas setecientas personas fueron asesinadas por la policía en lo que va de la presidencia Kirchner (2100 son las víctimas desde 1983). Entonces ahora me pregunto: ¿cuánto (y qué parte) de ese aumento del gatillo fácil se relaciona con el aumento del piso de pobreza estructural en Argentina (porque más allá de las manipulaciones de índices, la verdad está ahí afuera, desnuda para quien quiera verla)? ¿Y cuánto tiene que ver con las disputas territoriales de las corrientes antagónicas en el interior del peronismo, en particular el bonaerense? ¿Y cuánto con el sangriento control de una sociedad empobrecida que hace tan sólo cinco años se movía entre la desesperación, el piquete y la protesta callejera? No lo sé, y no me enteraré ni podré inferirlo a partir de la información hegemónica.
Y así siguiendo. Leo hoy la muerte de una chica de 20 años en el precario campamento de Parque Roca donde los cráneos –los calaveras, los muertos, bah– del Gobierno de Telerman decidieron reubicar a los habitantes de El Cartón luego de que alguien (o algunos) considerara que lo mejor era prender fuego la villa. Antes, para colmo, dichos funcionarios habían espetado –como si en el trance les fuera parte de ya su dudosa integridad moral–: “Con los pobres no se jode”. Dijo esto la misma funcionaria también había declarado a Radio Continental (América, según Clarín): “El sábado, o en algún momento de la semana, vamos a tener viviendas prefabricadas”. Entre el “sábado” y “algún momento de la semana” entran con comodidad un muerto y once heridos el domingo por la noche. Claro que con los pobres no se jode, sino que se los batatea, para que internalicen su malestar pero que no pierdan las ganas de mejorar sus vidas con la ayuda de algún puntero de turno. Y si no, les prenden fuego el rancho.
Recordemos: desde ese mismo sector del gobierno porteño, enseguidita nomás de apagado el incendio, se salió a denunciar que había sido intencional. Incluso tiraron un nombre que ahora se me escapa. Dijeron que el asentamiento está “muy politizado”, ya que “hay diferentes líneas internas que responden a la izquierda, a anteriores gobiernos, etcétera”.
Por su parte, Mauricio Macri anunció ayer su candidatura a jefe de gobierno porteño en el local de su partido ubicado en Piedrabuena y Antonio Bermejo, en el Bajo Flores, luego de reunirse con los punteros que conforman la “pata peronista” del Pro en Capital.
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