Después de la esgrima cómoda y la hábil argumentación de Rossi ante el siempre apocado Biasatti, Santo entrega, a todo el país, "La política desde otro lugar: la mirada de MArio MActas y ROlando HAnglin". Como si a alguien le pudiera importar.
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Hace unas horas terminé un ensayito sobre observaciones de clases, unos quince mil caracteres, para la materia Didáctica Especial y Prácticas de la Enseñanza en Letras (FFyL, UBA), cuya escritura me significó una álgida y entretenida actividad. Imprimí el trabajo en un locutorio y salí rápido en bicicleta hacia la Facultad. Cerca de la esquina lejana de la puerta de entrada, entro en un kiosco y pido una carpeta plástica con vaina. La kiosquera se excusó -en vano y en parte- por estar fumando. "Igual, a esta hora... ya se puede fumar, se pude hacer cualquier cosa."
-¿Sabés si están los profesores? -continuó.
-No, ¿por qué?
-Ah, recién llegás... Hubo una amenaza de bomba.
¿Vuelve Trocoli, ahora desde la oposición?
Regreso a casa pensando en que ayer a la tarde, mientras me tironeaba con la didáctica, leía cada tanto las noticias en las versiones digitales de los diarios nacionales, y que me sorprendía, vez a vez, el hecho de que no hicieran referencia a Lost. En fin... estaban guardando sus mejores cartuchos.
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Después, escucho a Carrió decir una barbaridad por televesión. No, no era su consejo a Rossi (o a Scioli) de que no fuera a los lugares donde cuartenta personas lo atacan a cuando, aunque haya, allí mismo, cuatrocientas que lo aplauden. Porque que esto lo diga un bloguero, y más si es peroncho o paraperoncho, vaya y pase. Ya que se sabe: la jocunda enjundia, de un modo u otro, caracteriza a nuestros mejores exponentes. Al menos desde la conducción Manolo-Artemio-Néstor (o viceversa), al menos desde que la perrada está unida. Pero que la republicana Carrió salga diciendo que van a robar el 28 de junio me genereró una contradicción
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Finalmente, escuché a Américo Dupont invitar, desde Laboratorios Dormevú*, a todos los periodistas independientes a decir quién les paga para ser independientes. "A mí, me paga Dormevú", concluyó.
(Vean, si quieren, Dormevú, aunque más no sea para apreciar el parecido entre Márgara Vergara Smith -representante legal de los Laboratorios- y Gabriela Michetti -representante testimonial de la cara humana del macrismo-).
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Finalmente, vemos, Malala y yo, Filmoteca. Hoy, Tato Bores habla menos de Berta que del enfrentamiento entre Azules y Colorados de 1962, y pronostica (palabras más palabras menos): "En el futuro, las guerras van a ser entre un comando de redactores de comunicados y otros comando con redactores de comunicados". (Peña, Manes, un hallazgo).
Terminaba con un correveidile que le dice a Tato: "No vamos a poder pagarle, la situación es crítica. Pero tenemos un par de chicas nacionales que son... un bombón que va a disfrutar". "Y usted ¿cómo está?", se preocupa Tato. "Yo estoy mal, mal. Me quedan sólo mis reservas morales."
Vermú, papas fritas y... me voy a la cama.
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