29 agosto 2008

Lo sabido (¿lo quemás?)

Lo sabido (¿lo que más?)

El futuro empieza en breve.
Desde siempre, desde ya.

Fue aprendido, cuando menos,
cuando una vaca lechera,
ya ternera o ricotera,
escuchó como al acaso
que el futuro ya empezó,
hace rato, hace rato...

Y aun así he visto muchos
–cuando menos he visto varios–
perejiles bien quemados
por el cristal de una helada,
ya reciencita hechizada
por tres rayitos de sol,
refulgiendo sin parar
(antes de ser digeridos
–cuatro veces digeridos–
ya por el toro campeón
ya por toda la manada.
Y miren cómo quedó...).

15 agosto 2008

Viernes (no el de Robinson)

“Dont’t you cry tonight”, atruena Axl desde los parlantes del jardín de invierno, hasta que una parte rebota en el cerramiento y llegan otras hasta la terraza, la vereda y, claro está, acá dentro, la casa de atrás, donde vivimos Malala y yo.
Al menos uno de los pichones de los vecinos ya ha de portar pelo apelusado en las bolas y, se sabe, junto vienen unas irrefrenables ganas, ganas no se sabe muy bien de qué, pero de seguro irrefrenables. Mientras en la terraza algunos de los teens estarán pensando como entre pliegues en ternuras y durezas, otros saltan sincopados, ahora, al son de “en bicho, en bicho yo me convertí, un cocodrilo soy...” y se me hace que, como siempre, alguien habrá prendido a un vaso o a un sanguchito, o a otras ternuras o durezas.
Mientras volvía de comprar un par de cervezas, un montoncito de progenitores se amuchaba en torno a la puerta de entrada. Ya sobre la calle, titilaban los guiños de no pocos modelos familiares, alguno con una mujer que tal vez impaciente miraba hacia la puerta. ¿Por qué estarán ahí afuera? ¿Expulsados por el trasvasamiento generacional? ¿Presionando al anfitrión a franquear sus puertas a ellos también?
Mientras escribo los parlantes hacen sonar marcha.

Por otro lado, volteretas de mente, viene a mí el post del Ingeniero que habla de las internas del peronismo bonaerense para el 30 noviembre. Y, mientras escucho otro tema ("Mi vecinita tiene antojo"), evalúo cuánto podrían tener que ver con ellas (con las internas) los actuales (y los próximos) asesinatos massmediáticos.
–De lo más heterodoxa la selección musical, ¿no? –me dice Malala.
–¡Uff! –exclamo y sonrío.

Después de una larga semana de mudanza y trabajo, acaba de empezarme el fin de semana largo.
Don’t you cry tonight, no ahora que empezó la cumbia.

08 agosto 2008

Horarios esclavos (de viernes)

Hoy te quiero decir
que hoy no me
decidí tampoco...


Hoy que tengo un rato, entre laburo y la mudanza, puedo decirte que...

...En mis momentos más hoscos, el hecho de que Calamaro sostenga seguir la difícil dirección que sigue el salmón, sobre una melodía de un facilismo con ecos orteguianos (de Palito, que no del Burrito... aunque no sé), revive un poco en mí el momento en que Fito cantaba su lamento sobre preferir estar borracho en el subte. “¿Ah, sí? ¡¿Y por qué no te das el gusto?!”, le respondía para mis adentros ponele que en el 96, mientras esperaba en un kiosco el vuelto de un Beldent (todavía no fumaba).
Pero no. Para qué ser tajantes cuando supongo que nadie ha prescindido de inaugur una época de su vida con una larguísima patinada que, recién detenida contra una pared, nos deja justo en el trasfondo que lleva a los baños, o bien, a la salida de emergencia.
No y no. Porque además Calamaro (y no digo “Andrés” sólo porque me avergüenza, a esta altura de la cultura, llamar por el nombre a mis perfectos desconocidos) convenció a su discográfica –¡cualquier discográfica!– de editar un disco quíntuple al precio de uno doble.
Ese solo portento de artesano, y el hecho de que sea el único cantautor masivo –incluso entre los reivindicados como nacionales y populares– que menciona lo material de nuestra “vida paria en la burbuja inmobiliaria”, sólo esos dos actos, nada más, lo rescatan ante mis ojos de todo ese trasfondo de transas que rige la vida en la vida mainstream.

Ahora, sin embargo, en medio de este rescate calamariano, recuerdo que lo último que supe de él fue su agradecimiento en los premios Gardel, en el que mencionó los “piquetes paquetes”.
Pero ya basta. Ni quiero estar solo nunca más, ni tampoco que mi mente funcione como una mera reacción a la permanente revolución turra actual. Y sin embargo tampoco quiero mitigar la modulación entre (dos) bandos. Porque es una lógica a la que yo –aunque desdeñada por alguno de los bien retornados Trabajos Prácticos–, por el momento, no puedo ni quiero no suscribir, aunque más no sea por lo que dice Chabrol: “Hay dos clases de personas: los burgueses y los que quieren llegar a serlo”.

Hoy me quedo a escuchar

algunas canciones preferidas

O no, mejor no.
Mejor me voy volando a lo de Rolo, que por suerte no es un típico vigilante medio argentino.
Así que voy con gusto allí, donde me comprendan y me dejen vivir a mi modo.

Desvaríos (a palazos) sobre el estado de excepción

A mediados del 89 y de mi secundario, en alguna hora muerta, leía algo así como un chiste ramplón y autocomplaciente en una fotocopia manoseada. (Hoy sería un mail spameado... o un post, o un comentario.)
Del chiste –montado sobre una estadística sotreta que desagregaba, de a miles y de a millones, a los integrantes de categorías como presos, inválidos, desocupados, menores, jubilados, amas de casa–, resultaba que los únicos que realmente trabajábamos en este país éramos el autor y yo –yo en tanto lector, esa vez, de ese texto–.
Acaso haya ladeado una sonrisa, fruto del rencor ante su gracia acotada al tiempo de la lectura –y no sin antes representar a todos los demás como enemigos íntimos–. O, acaso, fruto del hastío ante las reacciones retóricas no tanto de la exclusión como del ansia de lucro.
El hecho es que hoy, de mera volea y ya que vuelve a mí, recupero aquella fotocopia como un corcoveo del medio pelo contra espuelas que desangran mejor las ijadas de otros matungos, peor nutridos.
El hecho es que hoy ese chiste se me hace un ritual contra el estado de excepción:
“...en el nuevo milenio, hasta las democracias representativas más avanzadas están afectadas por una crisis originada en el vaciamiento del Estado-nación (...) que chamusca aquel poco consenso recogido hasta ayer, y perpetúa el 'estado de excepción' analizado por Giorgio Agamben, reactualizando el homo sacer".
Porque:
“Es el trabajador la expresión del moderno homo sacer en la sociedad regida por la lógica del capital. Su vida desnuda queda en entredicho desde el momento mismo en que se ve obligado a poner a disposición del capital no sólo su fuerza de trabajo sino su cuerpo viviente.”

Hoy, en plena vida paria, no sé cuál sería la alianza que integraría en sí tanto la necesidad como la potencia de la transformación política. Justamente hoy, cuando ni siquiera un trabajador en blanco ve asegurada su pertencia a la polis.
Tal vez lo logren ellos, junto con sus guardias republicanos, que –con con salarios de al menos tres lucas y la función de disgregar movilizaciones– terminen, como en un desquiciado delirio de Tom Sawyer, rescatándonos a todos del estado de excepción.
A palazos, desde ya.

El chiste, de acá.

07 agosto 2008

¿Guardia Republicana? ¿Hasta cuándo, señor Macri?

El dibujo, de Juan Zlux ¿según él, para Primera Plana). El texto siguiente, de Página/12 de hoy:

“Luego de dar a conocer que contratará a 300 policías para formar un cuerpo que controle manifestaciones, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, recibió cuestionamientos de todo el arco opositor (...)

La idea de Macri surgió luego de que no pudo desalojar las carpas kirchneristas que se instalaron frente al Congreso. Para acortar los tiempos que implica la formación de nuevos policías (...) Macri planea contratar entre 300 y 500 policías, tentando a efectivos de otras fuerzas, para formar un cuerpo destinado a controlar el espacio público. Los nombres que circulan en los borradores son “Guardia Civil” o “Guardia Republicana”. Para esto, les ofrecerán un sueldo mínimo de tres mil pesos a los agentes que abandonen las filas donde hoy se desempeñan. Reclamarán que acrediten el secundario completo y que no tengan sumarios internos.

(...)

–¿Van a formar un cuerpo de control de manifestaciones? –le preguntó Página/12.

–No específicamente. Pero si es necesario contar con un cuerpo para las manifestaciones, se hará. No hay problema. (respondió Guillermo Montenegro, ministro de justicia y Seguridad).

La idea recibió críticas de toda la oposición porteña. “Es un delirio este plan de importar a todos los policías echados de la provincia. Esa es la política del Fino Palacios”, afirmó el jefe del bloque kirchnerista, Diego Kravetz, en alusión al ex comisario separado de la Federal que asesora a Macri en temas de seguridad.”

Hechos consumados (resignación y medios masivos)

Por lo que he visto en mis primeros 34 años, toda política de hechos consumados depende de una forma ya consumada de comunicación. Por ejemplo, así titulaba Clarín/Clarín Digital el primer lunes de diciembre de 2001, día 1 del corralito: “La historia secreta de cómo Cavallo y Liendo armaron el plan”. “Claves para entender mejor el nuevo plan.”
Pero los hechos consumados –las versiones definitivas– sólo encuentran su espacio en el pasado. Ya de las sociedades, de los cuerpos o de los textos. De los titulares de los diarios (y más aun los de sus versiones digitales), por el contrario, es el reino del presente, del día en curso, de la hora.
De modo que los titulares que refieren hechos consumados –consecuencias alienadas de sus causas– son la cabal anulación de su putativa y fugaz actualidad. Constituyen, en definitiva, la (lingüística) pragmática de los medios hegemónicos, cuya función no es referir la causalidad histórica ni la intrínseca excepcionalidad del presente sino cuadrar, conformar, hacer más lucrativa la masificación, reafirmando lo indefectiblemente catastrófico de su deshistorizada visión histórica.
¡Noticias de ayer, extra, extra!
¡O de mañana! Por ejemplo, hoy:
* “Bolivia: postales de la división de un pueblo
* “El gobierno boliviano denunció un atentado contra un ministro” (y recién en la bajada: “El vehículo oficial en el que viajaba Juan Ramón Quintana fue baleado en la ciudad de Trinidad”)
No “Postales del conflicto boliviano” o “El pueblo boliviano lucha por su democracia (o por su dignidad o por su autodeterminación)” o hasta incluso “Tensión y denuncias en Bolivia”. No. Mejor es ir preparando la aceptación de un resultado. Después se verá cómo se llega a él.
Qué habrá pasado para que no titularan: “La crisis causó 2 nuevas muertes en Bolivia” o que fueron los militantes de Evo quienes asesinaron (tal como acusaron a los chavistas en el frustrado golpe de 2002).
La información debe dar cuenta del conflicto y no pretenderlo ya resuelto, con implícitos vencedores y vencidos. Los presidentes deben, en cambio, optar por un discurso de hechos consumados, cualesquiera sean sus bases argumentales, de modo que su accionar político adquiera rasgos de autosuficiencia y justicia para el conjunto de la población.
Ejemplos: el portento lingüístico de Menem para denominar lo que otros conocían como “corrupción”: “Es la casualidad permanente”. O el de Videla el 13 de mayo de 1977, sobre los que no tenían entidad: “En nuestro país han desaparecido personas. Esa es una tristísima realidad, pero que objetivamente debemos reconocer. Tal vez lo difícil sea explicar el porqué y por vía de quién esa personas han desaparecido”.
Al otro día, el gran diario tituló: “Videla habló en Caracas de la situación nacional”.
Hechos consumados.

02 agosto 2008

Pongamos que hablo de Morís

Harto hastiado de tanta victoria sobre el fracaso, mortalmente aburrido del éxito, pero también un poco vacío por no encontrar nada a que dedicar sus esfuerzos en un contexto ya inmejorable, él, como cualquier hombre de mundo que se afianza como hombre de Estado, decide dejar atrás las fronteras de su competencia dándose a conocer, más allá de su horizonte, cómo vive ese mundo asombroso que prescinde de su benéfico influjo. Chile, por ejemplo.

Una vez cómodamente instalado allí, él sólo reconocerá la diferencia radical que separa a Argentina de Chile, donde la Presidenta es respetada por la gente en virtud de su incesante búsqueda de consensos, no como la nuestra, a quien “la gente le exige un cambio”, mientras que él, inclinado al bien desinteresado, le aconseja “que deje de confrontar, deje de aislarse, y empiece a tratar de generar consensos y abrirse un poco a escuchar a otras alternativas”. En definitiva, que siga su ejemplo, como cuando generó el consenso necesario para que la Legislatura le aprobara un endeudamiento deficitario de la ciudad por 1600 millones de pesos o como cuando se abrió, a fuerza de veto, de los consensos legislativos que votaron las leyes para la producción estatal de medicamentos o para limitar la construcción de torres en el ya colapsado Caballito.

Pero una sola persona no puede cambiar el mundo. Y por eso es enorme la satisfacción –el alivio, incluso– que le produce constatar que en otros lugares también existen grandes hombres, como él:


–¿Y usted cree que Sebastián Piñera puede llegar ser el próximo Presidente de Chile?
–Yo creo públicamente en el liderazgo de Sebastián Piñera. Me genera mucho respeto su trayectoria, su capacidad personal, esa energía que tiene que es arrolladora. Basta estar un rato con él para ver que es un terremoto permanente, así que creo que en un Chile que viene creciendo, que viene siendo muy exitoso, el liderazgo debe ser muy desafiante para poder continuar y generar nuevas metas. Y Sebastián reúne esa personalidad.


Tal es el regocijo por que le genera esta inusual correspondencia, que se sabe autorizado para adelantar las futuras decisiones de su gemelo moral:


–¿Tiene que dejar los negocios?
–Cuando él sea Presidente tomará licencia y como tiene empresas organizadas, sus directorios mandarán y él se abocará con el trabajo de Presidente (que) es un trabajo de 24 horas.

–¿Y como candidato?
–En la candidatura por ahí también. La campaña es una demanda demencial de tiempo así que seguramente ya empezará su proceso de alejamiento definitivo de las empresas.


Porque la delimitación entre función pública y lucro privado no es un problema cuando se terceriza la burocracia ejecutiva de su patrimonio y las deja en manos de sus directorios, sino la demencial contrición al trabajo que demanda la función pública, desde la misma campaña electoral, cuando hay que ir a la villa, sacarse fotos con pobres o cantar canciones en un inglés de mierda. Entonces, una vez resuelta la cuestión operativa de las empresas personales, el temita ese de la incompatibilidad de funciones puede ser tratado con la cínica sinceridad de la impunidad:


Ambos han sido blanco de las críticas por su condición de empresarios. ¿Qué opina al respecto?
Me parece que está muy bien porque uno se enriquece con ambas actividades.


Te pasaste Petronilo, pegá la vuelta, la Argentina te queda chica.

01 agosto 2008

El porvenir es largo III: ¿el grillo de la buena suerte?

Eliminan la exención del impuesto a las ganancias a la renta financiera

El Gobierno eliminó la exención del impuesto a las ganancias que beneficiaba a los fideicomisos financieros y fondos comunes de inversión, con excepción de aquellos vinculados con la realización de obras de infraestructura afectadas a la prestación de servicios públicos.


El link es de Página. La Nación, a su modo, también lo informa. Cinco horas después de que esos diarios publicaran semejante noticia, Clarín y Crítica..., cri cri cri.

Ah, y como decía en el post previo, de esto me entero antes, al menos seguro, gracias a la barra de links que está acá a la derecha, a la que hace un rato le agregué El Blog del Ingeniero.


Addenda: Malala me manda un mail con el link de la información dada por Clarín. ¿Debería rectificarme entonces por haber dicho que Clarín nada decía? Sí. De todos modos, no dejan de ser unos tramoyeros: la noticia "Desde hoy y para subir la recaudación fiscal, los fideicomisos financierons pagan Ganancias" fue publicada a las ocho de la mañana y por el fondo de la página principal ha quedado (aunque los lectores le hayan hecho otro pequeño espacio en el ranking de las más leídas). Tal vez mañana Cristina, en conferencia de prensa, mejore un poco la comunicación del Gobierno.

En Córdoba, esta vez, la crisis NO causó 2 nuevas muertes

Hace tan sólo un año, vivíamos las vísperas de elecciones presidenciales más vacuas y anodinas de que se tenga memoria. Y era raro. Se sentía raro. Uno sospechaba y sospechaba, y fatigado finalmente alzaba los hombros y concluía en que, en definitiva, este país es raro.
Pero el paranoico argentino no se aquieta así como así ante el reconfortante sosiego de los enunciados más evidentes. (Ante esos, seguro que no, no se aquieta.) Y, en esa vorágine, hasta llegamos a pensar que Crítica sería un diario cristinista. En fin...

También más o menos por esa época, escuché de boca de dos jefes laborales sus vaticinios para este año: uno susurraba un avance golpista contra Cristina; el otro, más simple, explayaba proyecciones salariales sobre el horizonte de “un año muy complicado”.
Los malos augurios del primero me parecieron demasiado delirantes como para ser desechados; los otros, si bien más difusos, transitaban una huella igual de ominosa. Por consiguiente, hicieron sistema.

Mientras tanto, en Ciudad Gótica, los medios hegemónicos no daban cuenta de nada trascendente, como siempre, y mucho menos de algo relevante respecto de ese secreteado porvenir. Hablaban sí, en cambio, de Antonini Wilson, del armado de fraudes electorales, de invitaciones al ballottage… y de Bailando por un sueño, por supuesto.
Reduciendo hasta el absurdo, podríamos decir que, si bien no dedicaron su costoso espacio a temas de interés general –como la demoradísima autocrítica de los medios masivos respecto de su actuación ante los asesinatos de Kosteki y Santillán o de la dictadura–, sí se lo otorgaron a otros infinitamente más intrascendentes, como la mediocridad de la blogósfera.

Sin embargo, y aquí viene el meollo, es el día de hoy y me encuentro con que aquellas profecías sobre este presente, deslizadas casi al acaso en el ámbito laboral de una empresa de medios, resultaron más pertinentes que cualquier información publicada, en aquellos momentos por esos mismos medios, con pretensiones ya de panorama ya de actualidad.
La otra cara de esta misma moneda (falsa, desde ya) es que, hoy mismo, son los blogs los que me informan sobre la represión en Córdoba capital. Este blog, sobre todo, es el que cuenta lo que todos los medios masivos callaron –al menos hasta el anochecer de ayer jueves 31 de julio–: la represión cordobesa fue con apremios ilegales. Ni más ni menos.
Los tiempos son otros, sin duda, y la estación Avellaneda queda más lejos de los diarios nacionales que la ciudad de Córdoba, pero sin embargo, nuevamente, la crisis pudo causar dos nuevas muertes.

Este, este y este blog citaron (y me acercaron) el ya linkeado blog. La foto, de Catenpeist.