El tipo que asumió la gobernación de la ciudad de Buenos Aires con impuestos aumentados a su medida, el que se pasó la toda la primera etapa de su mandato pidiendo guita para su propia policía como si de otro modo no pudiera gobernar, el que hace caja no con mejoras en la recaudación sino subejecutando el presupuesto de obras públicas, es el mismo tipo que hoy, después de meses de desmanejo y acidia, levanta el dedo acusador y le imputa autismo al gobierno.
¡Qué linda opción popular para apuntalar un clima destituyente!
PD: Eso sí, si es para inflar la burbuja inmobiliaria y, de paso, deshacerse de indeaseables (pobres), el tipo no defrauda. No defrauda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario