18 marzo 2011

De vacaciones (del trabajo y de Buenos Aires)

Leo a Abel y a mí también me surge el impulso de ponerme del lado que haya decidido Moyano estar.
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Un gran fotógrafo, y parejamente una gran persona, era Jefe en mi lugar de trabajo cuando el último Mundial.
Llegó adonde estábamos reunidos alrededor del televisor varios trabajadores, casi todos hinchando por Suiza contra España.
Apenas percibió la situación, espetó como esputo: “¡¿Cómo pueden hinchar por Suiza, che!?, el país {o ‘pueblo’, ahora ya no me acuerdo} más desagradable de Europa”. Yo ahí empecé a hinchar, si no por España, sí por Iniesta, uno de los tantos españoles que reconocía dentro del campo de lucha (el partido no era bueno). “Escuchame, X, tenemos que hacer tal foto…”, intentó olvidar poniéndose a trabajar, pero no pudo: “¡Pero qué increíble, en serio! ¡Están hinchando por Suiza!”, le dijo horrorizado, como buscando un consuelo, a la única hincha de España del recinto (española ella misma). “No, chau. ¡Déjense de joder, loco! No se puede hinchar por Suiza”, concluyó. Y se fue. Enojado. De verdad.
Tenía motivos.

Ahora pienso lo mismo, por el estilo: entre dos bandos en pugna, bien calados ambos, hay que elegir.

Porque además, entrarle a Moyano es la única manera de entrarle al proyecto nacional, desarticular desde el pie sus estructuras, sus relaciones, sin menoscabar en la estocada –¡eso nunca!– las vírgenes y puras espadas del señorial establishment. Un díscolo como Moyano, y un compañero en definitiva, no puede siquiera ser investigado por la justicia suiza (si les parece un exceso, miren Gracias por el chocolate, de Chabrol), no al menos sin que el Estado argentino conozca las causas que lo hacen sujeto de investigación internacional.
En todo caso… no sé, en realidad, no sé. Pero. Pedido por pedido, sería: “A ver… no: acá no tenemos ninguna causa contra Moyano. A ver qué tienen ustedes sobre tal empresa, puesto que nos compete su jurisdicción”.
Seguro que no se puede, pero al menos es un modo de pensar.
Quiero decir: a ver si nos van a hablar a los argentinos de la pureza de los jueces suizos…

Ahora, claro, no volvería de mis vacaciones para la marcha del lunes, en caso de que se haga. Mi vieja perdió a su pareja esta misma semana y se me ocurrió volver, y lo deseché, así como también a mi virtud para el caso. (Lo mismo me pasó con el acto de Cristina en Huracán.) Pero ir a la movilización del lunes, ni se me pasó por la cabeza como imperativo, al menos antes de ponerme a escribir.
Pero, por imperativo, tuve que ponerme escribir, porque si Moyano consideró necesaria esta movilización, sus motivos tendrá. Y la justicia suiza –o, lo que es lo mismo, el establishment biopolítico del capital financiero– no me resulta ni más simpática, ni más afín, ni más justa que él, sino antes bien todo lo contrario.
***
En definitiva, la República Argentina ha recibido hace no mucho un reconocimiento por su cooperación contra el lavado de dinero. Es de suponer que tiene margen de acción como para entender el caso atendiendo la coyuntura nacional.

PD: Uso mucho el "pero" porque estamos viendo mucho Duro de domar.
Pero, en tal sentido, no coincidí con la afirmación de Tognetti de anoche acerca del caso. "Poco serio, poco serio" no es una crítica, es una muletilla nomás, un lugar común.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la pelicula es Pan y chocolate con Nino mafredi donde se ve ls miserabilidad suiza
De una cinefila naca and pop

ariel dijo...

tomo nota

fd dijo...

Para mi pasan más cosas de las que se traslucen, del lado a o del z.
Ahora la ONU destroza Libia, con consecuencias que ya casi conocemos. Entre otras, habrá desplazados y tantas otras situaciones humanas. ACNUR siempre ha intentado ocuparse de los refugiados. En este caso, nuevamente, ACNUR es un beneficiario del ataque... Si bien mi planteo puede ser de locos, casi todas las respuestas son válidas.
Absurdo, no?
De hecho ACNUR es una de las org más respetables que hay en el mundo, y laburan. Pero tampoco sacan un comunicado oponiéndose taxativamente a la resolución del conflicto mediante la guerra. Por qué, porque ACNUR es de Naciones Unidas.

Perdón por irme tan lejos, simplemente quería mostrar la relación de poderes, internos y externos y dónde uno cualquiera puede quedar parado. Casi todos tenemos un lugar entre dos para quedar parados... la dicotomía siempre se puede plantear.

Suiza no levantó el polvo, formalmente fueron los medios, ya que interpretaron lo que quisieron por un pedido de Suiza en el marco de la colaboración mutua para el lavado de dinero en el cual no había nada que relacionara a Moyano con esa situación, ni directamente. Solo había una empresa de camiones de recolección de basura y sus dueños. Y claro, Argentina debía resolver si el pedido era válido como para darles algo de info o no.

El punto es que la amenaza de paro no asusta a los medios hegemónicos sino todo lo contrario... les encanta. Por lo tanto para mí fue una reacción equivocada.
Tendrá que aprender Moyano y el sindicato en general que hay que pensar varias veces antes de accionar. Sino en el correlato de puede interpretar cualquier cosa.
Me es imposible defender ese paro con ese justificante en la situación y coyuntura actual.
El beneficio del sindicato no compensa la destrucción del país.

Ah! y también tomá nota de la peli 1 Franco 14 Pesetas. Uno de los pocos países a los que pudieron ir los españoles cuando Franco se dedicó perseguir y matar anarquistas, republicanos, etc, fue Suiza.
En el fútbol cuando no hay favorito, la gente hincha por el más débil. En la vida real, la mayoría acata lo que dice el imperio.
No le demos de comer a Clarín...
abrazo charco mediante...