Como habrán leído o escuchado en las últimas horas, el Estado argentino está como principal postor para la compra de los derechos de la televisación del torneo de fútbol de la primera división local.
Digo, estamos en la conversa, porque según los mismos de siempre, este país está fundido y los K quieren todo para ellos y son soberbios.
En cualquier momento Clarín titulará “Estos hijos de puta nos quieren quitar la libertad de expresión”... bue el hermoso sentido común del cual puede construirse una opinión pública viciada. Me cuesta creer que se ha perdido la capacidad de informarse, reflexionar y después emitir opinión propia, a mi entender esto es libertad de prensa y la libertad justamente es un ejercicio.
Diferentes cuestiones que hacen a la reflexión. Escuché (por la vida) los siguientes comentarios: “Lo de la gripe es un invento para tapar la pésima gestión de Cristina” y “Con un país fundido es una vergüenza gastar 600 millones de pesos en los derechos del fútbol”. ¿Clarín principal motor de la campaña pandemia estaría llevando a cabo una estrategia de cortina de humo para salvaguardar la integridad del Gobierno? Quien quiera que haya dicho esto merece mi repudio y lo considero un insulto a mi inteligencia. La verdad que cuando se llega a este nivel de profundidad en el pensamiento dan ganas de tapar el pozo con los pensadores adentro.
Hablemos de cuestiones estructurales. La crisis global, crisis global que los argentinos están sufriendo despiadadamente gracias al actual gobierno despótico. Porque cuando se agranda un Estado y se le ponen trabas impositivas a la exportación de materias primas sin manufactura, en pos del desarrollo de una industria de segundo nivel –desarrollo de una burguesía productiva, que emplea muchísima mano de obra–, resulta que el gobierno le está robando su único ingreso a la pobre gente del campo. Y no tengo nada contra la gente del campo, pero no podemos meter en la misma bolsa al peón y a la Sociedad Rural, ¿no?
Y hablando de temas estructurales, “Latinoamérica confundida”, el golpista de Chávez, el Indio mataíndios de Evo. Parece que aprovechar el traspié económico de los yanquis es golpismo. Devolver la soberanía a los Estados latinoamericanos, también es golpismo, sancionar leyes históricas que regulan la libertad de prensa para garantizar su independencia, expropiar a las grandes multinacionales patrimonios y recursos naturales que son por derecho de los pueblos, defender con la ley a quienes fueron y son víctimas de persecuciones políticas, ¿también es golpismo?
Cuestiones criticables, muchas. Pero esto ya pasó alguna vez, en La Argentina de 1950 el PBI era redistribuido en un 50% a la clase obrera, es decir que el plan agroexportador de los criollos había perdido poder y control sobre la economía local. Como siempre siempre hay un aliado externo que está dispuesto a financiar un golpe de Estado en caso de que el electorado no avale un candidato funcional; o los medios sin mucho más que amarillismo tuerzan una opinión pública tan endeble y sensata como la plastilina.
No nacimos en Europa, no somos nobles, no somos distintos entre nosotros.
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