28 julio 2008

Al tuntún

En el último post, se coló una referencia a Hugo Boss y al Campo. Como no quiero que se malinterprete, aclaro que sólo fue motivada porque: a) nuestra amiga Luz nos había dicho “Hugo Boss fue el fabricante de la ropa de los prisioneros en los campos de concentración”, y b) no nos queremos olvidar quiénes son los que se benefician con las crisis y los sacrificios.
No era para nada un ataque al fashion system (del que soy seguidor, y víctima, desde ya).

***

Las últimas fotos en que se ve a Mauricio representado en cuerpo y alma hablan también de una nueva etapa. Ya no más Rodríguez “Labios de Churrasco” Larreta berreando por que las carpas kirchneristas deberían despejar la plaza De los Dos Congresos; ahora será Mauricio quien deba andar en triciclo, reclamar 60 lucas por los "daños" de la mencionada plaza, hacerse lustrar los zapatos en medio de oligárquicas sonrisas triunfales, vetar las razonables iniciativas de la Legislatura (como dejar de construir torres en Caballito), cancelar planes de viviendas populares... es decir, hacer todas esas sandeces y fechorías que su base electoral le reclama.
De modo tal que en lo próximo, nuevamente, volveremos a vernos las caras los porteños... y a discernir qué tan boludos somos. Los ejes de evaluación no son tantos en definitiva; en última instancia, la capacidad política de Macri radica en la explotación del mercado inmobiliario y en el negocio de la basura. (Yo todavía tengo fe: la pedorrez del sentido común porteño se cuela sólo por donde la realidad la deje.)

***

A veces me asaltan frágiles arrebatos de paranoia feliz, y pienso que los sectores tributarios de las corporaciones hegemónicas tal vez hayan hecho el papel de topo en ellas mismas. Por ejemplo, estos casos (si bien no estructurales, la menos sí sintomáticos): Castells y Buzzi. El primero les sacó a los grandes productores, por algún tiempo, cien vacas mensuales; el otro pasó de la salmodia por la derogación de la 125 a la búsqueda de articulaciones políticas igualitaristas. Como si pasada la crisis, saltada la dicotomía, emergiera lo múltiple, que siempre puede aliarse con esto de aquí o con aquello de allá.
Es una sobreinterpretación de la foto, lo sé. La película sigue, y el reclamo concertado del Kempo (la Mesa de Enlace) vuelve en pocos días. Pero lo señalo para recordarme que la paranoia no es exclusivamente defensiva. Es, desde ya, preservativa, pero las interpretaciones que genera, a veces, pueden tornarse liberadoras.

No hay comentarios.: