27 abril 2009

Nuestras tareas políticas


Ahora que algunos de los mejores blogueros de la patria bloguera ya compiten con la patria movilera, ha llegado el momento de hacer un balance.
Pero antes, festejemos.
Ya está.

Recuerdo haber entrado con este blog en la blogósfera a instancias de Diego y Malala. Lo que a mí más me gustó fue el nombre, después habría que llenarlo de contenido.
Por otra parte, el primer blog que seguí (y aún sigo, aunque con menos enjundia) fue Linkillo, de Daniel Link, profesor de Letras y escritor heterodoxo, así que le gusta teorizar. Ante una pregunta sobre el fotolog y el carácter innato del exhibicionismo, el tipo respondió: "La pregunta encierra un par de presupuestos moralizantes que habría que desmontar. Seamos materialistas: la explosión de blogs y fotoblogs tiene que ver en principio con la necesidad de las empresas que suministran conectividad a la red para promover el uso de banda ancha. Lo que la gente haga con eso ya es otra historia y habría que analizar caso por caso. (...) Se puede pensar que lo que la gente pretende (y ahí sí se trata de un impulso, no innato, pero sí desesperado) es inscribir su cuerpo en relación con todo lo que existe)". Un tiempo después, lamento no encontrar la cita, dijo algo así como que elegimos los blogs ante el asco que nos producen los medios masivos. Tal vez dijera "rechazo" pero queriendo significar "asco".
Por mi parte, escribo asiduamente desde los 10 años, con más bajos que altos, a qué negarlo. Y con menos placer por el hecho mismo de hacerlo que el que deseo, ya que siempre escribí para ser reconocido. De modo que la forma blog, siempre encabalgada entre lo íntimo y lo político, encontró para mí su mejor forma con la tímida politización social surgida desde el kirchnerismo, más específicamente, desde la campaña de Cristina, cuando sólo se hablaba de hegemonía para cimentar una embestida mediática que ya no se detendría.
En la adolescencia del blog, mis intervenciones tenían un destinatario definido: los medios masivos de (in)comunicación. Después, con la cuestión de la 125, la política dejó de ser sectorial y se nacionalizó.
Cuando me metí en la cuestión sectorial, recuerdo que seguía el blog Del Medio, uno de cuyos temas principales era la política antisindical de las empresas de medios, política anticonstitucional en toda regla que al parecer no es antidemocrática, hegemonista ni dictatorial (justo ahora que se recuerda la primera huelga nacional a la dictadura desaparecedora de personas). En estos momentos tiene lugar el juicio a los delegados gremiales de Clarín, empresa que hacia el 2000 despidió a una Comisión Interna completa y que hoy, al menos, busca castigar penalmente a los delegados, además de despedir unos 50 trabajadores más (seguramente, el núcleo de la Interna).
Hace un año, el tema que me hizo comentar más los aspectos nacionales fue, desde ya, el yuyo. El yuyo y todos sus acólitos. Y no hablo ahora de las panzas de la Mesa de Ensarte, sino del glifosato, tóxico cuyo uso está prohibido en casi todo el mundo y que acá ya llegó a la Suprema Corte. El próximo 7 de mayo se presentará al público y la prensa interesada el informe Paren de Fumigar.

No hay comentarios.: