15 julio 2010

Nosotros o la descanibalización de los caníbales

Hace unas horas Martín, un compañero y amigo del trabajo, nos mostraba a varios otros el comentario en Facebook de un ex compañero, uno que se pasó, hace unos seis años, de una empresa de La Nación a otra de Clarín, en cuyo Grupo hoy presenta (eufemismo por “vende”) gadgets, artilugios de punta, artificios tecnológicos.
Alegaba el muchacho, con enjundia digna de mejor causa, que este Gobierno era una mierda de terror, que lo único que hace es dividir a los argentinos, enfrentar a los del “campo” contra los “anticampo”, “a los gays contra los antigays”, tiraba otras putativas disputas, y cerraba con “al Gobierno lo inspira el odio” (o sólo “inspira odio”, no me acuerdo) y con que él, mi amigo Martín, opinaba tan a favor del Gobierno porque algo le habrán dado o pagado.
Ok. No da para ensañarse, no me da; tal vez porque me lo cruce, y simplemente porque no da.
Es evidente que pululan las personas para quienes la manifiesta existencia de Néstor Kirchner (y, a través de él, también la de Cristina) constituye un agravio al país, y tal injuria al orden del universo sólo se repararía con la derrota definitiva de cualquier kirchnerismo posible, bien en manos de un candidato opositor o para peor por la mismísima Muerte.
No los neguemos: están ahí. Existen.
Pero ¿qué habremos de hacer con los caníbales? ¿Qué les ofreceremos a estos idealistas, a estos fanáticos del rechazo para que recapaciten, para que acepten un poco mejor la realidad, para que aprovechen sus vidas?
En mi caso, debo reconocer -da vergüenza ser pobre- que tengo apenas una cámara de fotos Olympus que no les llega ni a los talones a las previas, Sony, una perdida, la otra robada. Y ni siquiera tengo el cable USB/micro-USB (si es que existe tal denominación) para subir las fotos que saqué esta tarde noche en Congreso. Pero podría asegurarle a cualquiera que hoy vi, se vieron, en el mismo acto, banderas de todos los colores, del PTS y su Panes y Rosas, del MST, del Proyecto Sur, de Libres del Sur, de Sur a secas, de La Evita, La Cámpora, de otras organizaciones filo o kirchneristas plenas, al menos dos grandes banderas de la Juventud Radical (una de ellas, ¡de Merlo!), de varios centros de estudiantes de la UBA, amén de las consabidamente multicolores, las de la Federación Argentina LGBT, muchas otras banderas más, amén de las pancartas que decían “Satanás, Satanás, bajate la sotana” y del el zepelín de la CHA.
De seguir así... que este Gobierno siga desuniendo así a los argentinos hasta por lo menos 2015. Ninguna otra fuerza podría hacerlo mejor. Además, ojo: la descanibalización de los caníbales jamás ocurrirá antes.