26 mayo 2011

Sarlo, Barone y la clausura macrista en Fatpren

Sarlo, comentábamos en Puan cuando yo empezaba a cursar allí, era la persona con la poronga más grande, si no de la Facultad de Filosofía, seguro sí de la carrera de Letras.
En esa voluntad polémica –que junto con su voracidad cultural la transformó en la gran profesora que fue– reconozco su carácter y, también, algo, de la labor de su maestro: David Viñas, quien, por cierto, también fue mentor de la invitada de hoy de 678, la compañera María Pía López.
Nada... siento como que lo extraño al viejo David. Acá, su última intervención pública (si son ansiosos, ver el "epílogo").
En tal sentido, la frase que más repercusión tuvo (“conmigo no, Barone”), es virtud de esa fe polemista que enhorabuena ha llegado no sólo a la televisión sino también a Twitter.
Y en eso también ha contribuido, y mucho, 678.
La emisión del martes, con Mariotto, Forster y Sarlo, seguramente fue la mejor de este año. Yo puedo afirmarlo porque me dejó preguntas para hacer, incluso a Sarlo. Por ejemplo, si sólo el 30% de la población conversa sobre política, la incidencia de los medios (es decir, su capacidad para formatear la "psicología de las masas"), ¿hay que confrontarla con la población general del país o sólo con la gente que compra diarios y noticieros, que es luego la que después más interés tiene en ser generadora de conversaciones políticas?
El tema, me parece, es el uso que se hace del consumo mediático: si como disparador de la conversación social posterior o simplemente como "tema". La cuestión es: ¿somos público o somos target?

Por otro lado, Sarlo (Beatriz Sarlo Sabajanes, podría decir Viñas, ambos hijos de Jueces de la Nación Argentina) no es un representante magnettista, o al menos es algo más que eso. Uno no es su patrón. Y si hay algo que podemos buscar como devenir de este debate es que Sarlo salga mejor parada que sus patrones, La Nación o radio Mitre o la domincal Viva. Rescatar a la persona, ponderar la función subjetiva de la producción social de la comunicación. Porque sólo allí cabe la responsabilidad.
Quiero decir: aunque creamos o incluso “sepamos” que es una representante de la Corpo, no es por allí por donde obtendremos nuestra ganancia.

Complementariamente: cuando Barone se pregunta “por qué a mí” o cuando Russo –de quien leí mucho y con placer sus columnas El Arquetipo y La Arquetipa, en Las 12– menta la soberbia de la Sarlo, a mí, muy personalmente, me da ganas de preguntarles: “Y por casa, ¿cómo andamos?”.
Barragán anduvo bien en general y, en particular, cuando del libro dijo que lo había leído. Y Nora, que ni habló del libro, también estuvo muy bien, pertinente, apropiada (en el buen sentido, no como “Marcela” y “Felipe”), porque confrontó información.

Con esto no quiero ponerme en la oprobiosa situación de enjuiciar a los “““nuestros”””. Pero me viene a la mente el chiquito (10, 11 años) que, hablando de historia patria con Montenegro, lo dio vuelta como tres medias, y además le dijo cuántos pares son. Porque la percepción que perdura, detrás de este panorama alborotadamente trazado, es la impresión de que la buena parte de la gente que está en la televisión vive en su propio raviol umbilical y que por eso les cuesta, ya no la polémica (oficio arduo si los hay) sino tan siquiera la conversación. Que es gente que tiene una centralidad mediática que ellos mismos proyectan hacia sus propias personas, y que por eso se creen más que el resto (o menos, en el peor de los casos).
A las otras personas que les pasa lo mismo son los académicos.

Finalmente, LA noticia, a mi humildérrimo entender, de la semana no fue que Sarlo y Mariotto se hayan crispado frente a las cámaras de 678, sino que la autoritaria prepotencia macrista embista, una vez más, los derechos y la propiedad gremial. Nuevamente contra los trabajadores de prensa. En este caso no fue su intento de prohibir el accionar gremial por decreto, sino que lisa y llanamente clausuró la sede de la Fatpren, donde por otra parte funciona la sede de su obra social, en plena noche, cuando unas cincuenta o cien personas festejaban su día: el Día del Operador de Radio.
Para mí, el debate viene por ahí, por ahí pasa la batalla cultural; y la política.


***

PRENSA

INSPECTORES DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD CLAUSURARON
SEDE DE LA FEDERACION DE TRABAJADORES DE PRENSA

BUENOS AIRES, may 25 (DyN) - Inspectores del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires clausuraron con el uso de "la fuerza pública" la sede central de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), en momentos en que se desarrollaba una reunión de afiliados al sindicato ATRANA para celebrar el Día del Operador de Radio.
El secretario General de la FATPREN, Gustavo Granero, repudió la decisión de los inspectores porteños, cumplida anoche, quienes según afirmó argumentaron que la entidad sindical "no contaba con habilitación comercial para realizar ese tipo de encuentros", lo que calificó como "un planteo insólito y llamativo ante una reunión privada".
El dirigente de la FATPREN había denunciado junto a otros gremios de la Comunicación al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por un decreto de necesidad y urgencia que incursiona en acciones contravencionales, con días de prisión para casos de acciones sindicales que presuntamente atenten contra la libertad de prensa.
En el edificio de la FATPREN se desarrollan a diario tareas de índole gremial y funciona la sede de la Obras Social del Personal de Prensa de la República Argentina (OSPPRA).
Al respecto, Granero se manifestó preocupado por la acción de los inspectores, ya que "impedir el funcionamiento de la sede pone en riesgo el sistema de salud de los trabajadores".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente veo con agrado que no todos los K son tan energumenos como el Secretario de Medios y ademas, directivo de una Unversidad Nacional..Y que no todos cultivan la politica del amigo enemigo como si lo hace . este mediocre programa 6-7-8, que es un programa partidario con una veta cuasi intolerante y macartista en su produciion y conduccion.cosa que no me preocuparia si no fuese ,que se emite por la TV. ESTATAL..Sarlo solo acepto el convite que le hicieron durante semanas entre risitas complices de Barone Ruso y cia.

Alexonumb dijo...

Yo lo viví en diferido y como una experiencia radial, es decir que no ví las caras de estos personajes.
Considero como mínimo interesante el planteo de Sarlo de relativizar la lucha contra los grandes medios desde el periodismo, era un planteo coherente pero el desarrollo de la conversación lo licuó y cuando Forster quiso entrar en un dialogo sobre la construcción de poder...mostró los dientes y volvió a marcar la cancha.
A mi entender se presentó con un discurso cerradito e hizo gala de sus credenciales, lo que terminó por llevar la charla a su terreno discursivo ya que era visitante en el terreno real.
Digo que sacando de contexto que era 678 pudo haber sido un dialogo mucho más enriquecedor e interesante y no un bleff mediático.
Después hablaremos de que cuando la discusión política alcanza ciertos niveles de teoría, permite generar ese esnobismo intelectual de oponerse a un modelo que les es perfectamente funcional, porque después de todo ¿hace cuanto que un académico no hace "3" puntos de rating (mirá que bajo pongo el umbral)?
De los panelistas hace un tiempo que opino lo mismo, encuentro un contrasentido permanente en que hablen de multiplicar las voces y después Russo ningunee a los blogueros que le dan de comer a la agenda cuando la oposición se guarda presa de su propia vergüenza que, a veces, pasa.

fd dijo...

Sarlo ya me tiene los huevos al plato... (aclaración: No soy académico)
Yo creo que a veces pretendemos que 678 sea lo que no es. No es un programa de política para confrontar opiniones. Es un programa de crítica de los medios que intenta acercarse a un público que no sea necesariamente muy educado en la formalidad. Y obviamente todo esto con una postura política muy marcada pero nunca ocultada.
tiene contradicciones, como la vida misma, y aprende cosas, algunas, como la vida también. También creo que crean, a veces y cada vez más, un ambiente más picado, aparentemente más hostil para generar más discusión. Creo que lo hacen para generar expectativa y con eso, quizás, algunos puntos.
A veces funciona, a veces no tanto... lo complicado siempre es la medida.
El asunto, es que la propuesta sigue siendo, en conjunto, original. Y no hay nada que la reemplace o que pueda obtener su espacio. Ya existe, ya se ganó un espacio... y quizás merme su situación cuando la prensa no sea una o dos corporaciones. Sino unas cien pequeñas y medianas, y otras 500 chiquitas, por poner un ejemplo.

A mi me gustaría que Sarlo explique cómo vota el 70% que en su vida ha hablado de política o nada relativo a eso. Porque después de todo es gente que acomete un acto político, el voto.
Es una pregunta que me hago como tantas otras...

Anónimo dijo...

Sarlo será una intelectual destacada, habrá sido una excelente profesora, formada por Viñas, etc, etc. Pero en el debate que vi el otro día creo que quedó bastante mal parada y mostró la hilacha. Y la mostró feo: cuando quiso achacarle a 678 que la iban a editar, y que por eso tenía que andar cuidándose de lo que dice. Russo estuvo muy bien en aclararle que esas tácticas sucias y tendenciosas las lleva a cabo la Corpo (para quien Sarlo trabaja), que es justo lo que 678 denuncia en sus informes. Y eso Sarlo lo sabe muy bien. Usó una táctica sucia, creo que no cabe duda al respecto. Otra, cuando quiso criticar a 678 porque no ponían la fecha de las imágenes del informe!!! Eran imágenes de hacía 3 días como mucho, y se veía la fuente de donde se grabaron. Entonces, querer achacarle falta de rigurosidad a 678 con tecnicismos irrelevantes para el caso me parece lamentable, cuando todos sabemos que la Corpo miente en forma descarada hasta en orden cronológico de algunos acontecimientos según les conviene, y Sarlo de eso no se queja. También mintió en un par de cuestiones más, donde Nora Veiras la cazó al vuelo y con mucho respeto y mucha altura se lo dijo en la cara, y Sarlo se quedó sin palabras. No creo que eso sea mentar la soberbia de Sarlo, simplemente se debatieron seriamente ciertas cuestiones, con argumentos concretos, y Sarlo quedó en evidencia. Para mí los del panel de 678 estuvieron todos muy bien (y el autor de este post coincide al respecto). Y Sarlo pareciera ser –salvando las distancias- como una especie de “Lanata”, una intelectual que fue de izquierda o centroizquierda que ahora se vendió, sin ninguna duda, a la derecha. Entonces no entiendo bien cuál es la de criticar a 678 con estas cuestiones. Obviamente no es un programa perfecto, el estilo de los informes puede no gustarte, pero están hechos para que los entienda la gente común, y a muchos nos aporta herramientas para poder contrarrestar el avance desinformativo de las corporaciones mediáticas. Me quedo con el cometario de Kornblihtt que dijo que a pesar de que no le gusta el estilo de los informes, 678 le parece un oasis en comparación con lo que ofreció la televisión durante décadas. Yo siento algo parecido. Igualmente, sería mucho mejor que haya otros programas además.
R