El Eje y los Aliados

Ahora (NO) dicen que en Estados Unidos hay crispación, sino sólo coma farmacológico.
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Todo parece indicar que el actual proceso judicial en torno a la trata de personas y la esclavitud part time (heredera natural de la banelquización laboral) es abarcador y riguroso. De otro modo, pulularían las objeciones formales, armonizadas por el leitmotiv diestramente encabalgado, el sambenito de la montonera y la inseguridad jurídica. Y sin embargo no. Por el contrario, más bien casi mutis.
En cambio, Carlos Tomada, el ministro emblema, habla y dice:
“Acabo de leer en un diario –influyente por cierto– que las graves denuncias sobre casos de esclavitud deben ser investigadas «sin contaminaciones políticas e ideológicas». Esto resulta un contrasentido, porque esas prácticas se sustentan, precisamente, en fundamentos políticos e ideológicos”.

La lupa del Estado está observando al detalle la contabilidad creativa y el abuso costumbrista del oligopolio agroexportador, y a su pesar avanzan las investigaciones administrativas y judiciales tanto como los hallazgos políticos, sobre todo en torno a la explotación de trigo y maíz.
Entre tanto, el ministro de Agricultura Julián Domínguez –cuya fama pareciera inversamente proporcional a su eficacia gestiva– se reunirá esta semana con la Mesa de Enlace decadente.
Aun así, desde el mero enero, auguran la reedición anual del conflicto ejemplar que ha signado el actual mandato de Cristina Fernández, viuda de Néstor, Compañera Asumida en diciembre de 2007, Heredera Natural de una presidencia feliz, meses antes de ser maldecida y sacrificada por consenso, bajo el conjuro simbólico de la Yegua Conchuda.
Y sin embargo se mueve.
Aunque tres años después el influjo del embrujo persiste, como por arte de magia negra, con el ritornello farsante de la “Guerra Gaucha”, según el crítico bautismo inicial de un diario extinguido.
Nosotros, los de ayer, ya no somos los mismos.
Pero porfía Biolcatti, tajante como Guillermo Nimo, su shick shick sobre la reunión con Domínguez, y te la hace corta: o el Gobierno asume la Plataforma de la Mesa o será nuevamente desestabilizado.
En cambio Buzzi, inolvidable por su plantificación en la ruta como socio menor del latifundio tecnoagropecuario en aquel otoño foquista, de piquete general por tiempo indeterminado hasta la rendición incondicional de la Yegua Conchuda, hoy prefiere focalizar su lucha contra Cargill.

Así que el contradictorio derrotero que signa nuestra transformación feliz continúa, con variaciones, cimentando el equilibrio del mundo.
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"El equilibrio del mundo" (para karaokear con Zambayonny)


Porque no puedo, porque no puedo ni hablar
soy un torero con menos huevos que un flan
cuando preguntan por vos, cuando te nombra otra voz
cuando te veo pasar, cuando te vuelvo a pensar
cuando te sueño de frente y se siente la muerte gritar.

Vos sos la vida, yo soy la muerte de una golondrina;
vos sos la ruta, yo soy una garita con dos putas sin dormir;
vos sos la risa, yo soy lo que miró la Mona Lisa;
vos sos el cielo, yo soy un barrilete al que soltaron el piolín.

Porque no puedo, porque no puedo ni hablar
soy un cangrejo puto, viejo y para atrás;
cuando llamás porque sí y te empezás a reír
contando cosas nomás te me invitás a cenar
y el corazón se me sale de locas para festejar.

Vos sos la playa, yo soy el gordo que perdió la malla
vos sos la tierra, yo soy como un avión que se hace mierda contra vos
vos sos el agua, yo soy un salamín en el desierto
vos sos el centro, yo la villa miseria más al sur que se inundó.

Pero no puedo, no puedo ni contestar
soy un sojero que no aprendió a cosechar
me pruebo ropa al revés soy Julia Roberts en Mujer Bonita
pero por menos guita.

Vos la gloria, yo soy un club que entró en convocatoria;
vos sos el brillo, yo soy el calzoncillo agujereado de una violación;
vos sos la fama, yo soy una promesa fracasada;
vos vanguardia, yo soy la taquicardia en una guardia de Morón.
Porque no puedo, porque no puedo escribir
soy como Piero cuando volvió de Madrid;
cuando te veo cruzar las piernas de la ansiedad
en ese escote perdí lo que quedaba de mí
la redondez de la tierra está en guerra contra tu perfil.

Vos sos progreso, yo soy un coche viejo en la banquina;
vos sos Florida, yo soy un empedrado que termina en un zanjón;
vos sos el eje, yo soy la primer mina que se deje;
vos sos el alma, yo soy una guirnalda de un festejo que pasó.

Porque no puedo, no puedo hacerme rogar;
soy como Bush haciendo dedo en Bagdad
yo sé que te aprovechás porque te gusta pensar
que es todo parte de un plan que nunca puede fallar.
¡El equilibrio del mundo depende de cada pavada!

Vos sos victoria, yo soy el perro corre-zanahorias;
vos sos el premio, yo la medalla puta al desempeño que tirás;
vos sos remedio, yo soy la concesión del cementerio;
vos sos belleza, yo soy una traviesa que jugó de centrojás.

Vos sos el rumbo, yo soy un vagabundo sin destino;
vos sos abrigo, y yo el mendigo que muere de frío en tu portal;
vos sos la gracia, yo soy la mueca de las eutanasias;
vos sos certeza, yo soy una promesa de borracho en Navidad.
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(Recordatorio esquizo: la paranoia es de derecha).