23 diciembre 2010

Charlemos

Me decía mi cuñado recién: “Vos estás retirado, no posteás más”. Yo asentí, con un lento cabeceo largo acelerado en las puntas, como decidiéndome entre el énfasis y la duda.
Más recién aun, leía a Lucas, quien comienza a sospechar la declinación de los blogs, la necesidad de cambiar.
Me pasa así, sí.
Y tiene lógica el declive. Surgimos como masificación restringida de la banda ancha y de la anomia política; luego, nos reconocimos en momentos de la minoría intensa (la 125). Y así empezamos a nombrar las cosas.
Pero esos tiempos ya han pasado.
Mi dejadez en el posteo se corresponde con muchos imponderables... y un par de decisiones: la necesidad de hacer algo en la vida real y (la otra me la reservo, porque muta, y se intercambia según el caso: somos uno y nuestras circunstancias).
Después de todo, el martes que viene firmaremos nuestro primer acuerdo como delegados laborales en el Ministerio de Trabajo. La satisfacción me la llevo de los varios rostros de compañeros que me dijeron “bien, loco”, “estoy muy orgullosa: es nuestro primer logro” y frases por el estilo. Que comparto, si bien mi sensación después de salir del último encuentro fue que aún no podíamos impedir que nos siguieran cagando desde arriba de una palmera.
Dicho de otro modo: gocé del agridulce sabor de estar viviendo en un estado de derecho.
Ojalá que dure.
***
Volviendo a los blogs, mi visión es que quienes crecimos en la blogósfera, crecimos.
Y porái la herramienta nos haya quedado chica. O que tal vez todavía nos vaya grande la experiencia en que nos metimos (como blogueros -?-).
Será cuestión de ajustar el foco. En definitiva, como ciudadanos, como seres humanos, como constituyentes de la comunicación social, hemos mejorado. Estamos mejor.
Ahora, ¿cómo seguir?
Charlemos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, charlemos.

Disiento. Para mí los blog no fueron un carajo. Sigo pensando que son el mejor medio para informarse. Contra la desinformación lo mejor es la información y el razonamiento, y esa es la función importantísima que cumplen los blogs.

Por otro lado, el link de tu blog figura en la lista del costado en Mundo-Perverso. Eso, aunque no lo asegura, sugiere que lo que vos hacés acá vale. Yo pienso que tenés una responsabilidad. Cumplila, no cuesta tanto. ¿Quién te obliga a postear todos los días? Posteá cada dos meses, una vez por año... ¿Quién te corre?

Además, qué te vas a poner a hacer? Militar? Ahí quizás tengas que obedecer cosas que no querés y tragarte sapos que vienen de arriba. En cambio acá sos libre, y lo que aportas es tuyo, es auténtico.

Perdón por la frontalidad, pero leí tu post y no podía callar esto.

Feliz navidad


R

fd dijo...

Uno de los tantos temas de los blogs fue la Ley de Medios. Y justamente era el asunto que atravesaba a los blogs de lleno. Expresar(se) esa era y es la cuestión ¿o no?
No existe la obligación de informar, y menos la de expresarse.
Lo que muchas veces nos hace decir (hablar, escribir), es la duda, la pregunta. Lo que nos interpela el otro, directa o indirectamente. Así como lo puede hacer la naturaleza. Y más allá de la trascendencia allí aparecemos muchos para decir, algo, lo que sea, porque decir nos enseña como lo hace oír. Y aquí estamos, un tanto más leídos, escritos, oídos y hablados. Y quizás a veces nos falta un poco de olidos, degustados y tocados pero no desesperamos sino que esperamos, esos momentos que también nos transforman y nos viven.
En mi caso, ser interpelado en gran medida es lo que me lleva a la disfunción que toma la forma de palabra oral o electrónica que se inscribe en estos sitios.

Leyendo un texto, el otro día, vi en un tema que trataba Platón que yo no estaba para nada de acuerdo y más tarde en el mismo texto, aparecía Aristóteles diciendo otra cosa bastante distinta, que me parecía mucho más interesante. En ese mismo momento, y asociándolo con otras situaciones similares, me di cuenta que quizás lo que Platón planteó, aunque fuese desacertado, le permitió a otros plantearse el asunto y en muchos casos claramente con otra mirada.
Quizás para mucho esta reflexión sea trivial, pero para mí fue un aprendizaje que determina la construcción de muchas cosas.

Se cierra el año, se abre otro lleno de esperanza, lucha y acción.
Habrá que tener todos los sentidos disponibles a pleno y saber descansar cuando sea oportuno, y este es un buen momento para muchos...

abrazo y FELIZ AÑO!
fd