Suspiro
Cómo quisiera esgrimir el yeite de afilarme con títulos. Ponele:
Kirchenrismo Consensuado en Plena Sobremodernidad, o
El Tercer Período, o
La Gran Estafa de la Posmodernidad, o
Después del Bicentenario Empiezo la Dieta.
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Si pudiera le escribiría a Mauricio
“Querido Tambarana:
no te pongas en forro que es peor para vos.
PD: Por otro lado, eso de «matrimonio presidencial» también lo digo yo, sin necesidad de oponerme ni de adherir por decirlo: de hecho son matrimonio y presidentes, de la rara estirpe de los que mejoran un poco el país que encuentran.
Así que más respeto, Tarambana, republicanamente hablando.”
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Si te dicen adiós, Cadena Nacional Permanente del Periodismo Independiente, si te dicen adiós...
Si el Grupo quiere recuperar sus mejores márgenes de rentabilidad, lo que quede de Clarín habrá de conducirse hacia el cable e internet, con el apuntalamiento del diario, el principal del país por lejos incluso en su peor momento (no por nada Tiempo Argentino se le parece no poco).
Si a Telefónica le interesa participar en el negocio de los contenidos audiovisuales, que compre las acciones del Grupo que Goldman Sucks debería estar conminado a vender, a un tercio de su precio de corte.
Y mayor participación argentina en Telecom, cuanto mayor, más consensuada e incluso estatal, para asegurar la compra y el estímulo de trabajo y tecnología nacionales, con eventuales acuerdos con Canal 7 como el Mundial en tu Personal.
Y que no se llame más Telecom sino Personal (tu personal manera de entender el capitalismo), en una competencia a la que luego se le sumaría ponele Comunal, el entramado mediático de los sindicatos y asociaciones civiles de desarrollo social.
No digan que no: como poder, puede funcionar perfectamente.
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–La culpa no la tiene el chancho.
–No, qué va a tener culpa si es riquísimo el pobrecito.
El núcleo duro de Periodistas Independientes y Asociados (PIA) no es más que el cardumen de rémoras que supieron prosperar alrededor de cierto invencible leviatán desaparecedor. Cierto: chillan como chanchos ahora, pobrecitos los cínicos.
Pero sin embargo la culpa no la tienen los chanchos sino la manera de darles de comer. Eso lo sabe a los 72 años Barone tanto como el “joven” Galende. Y no sigo para no ponerme en pelotudo y criticar lo emergente con la misma vara de lo hegemónico.
El sistema de medios actual, la nuez de la industria del espectáculo, cruje en Argentina al compás de la crisis de la acumulación financiera global, unísono lógico por tratarse de dos procesos de naturaleza común, la capitalización del excedente más apalancada de la historia con la compra-venta de deudas-complicidades-silencios, con un ritmo irremediable marcado por la reproducción de la marginación económica y simbólica de millones.
El hambre, las villas, los alquileres, las goteras, el trabajo en negro son posiciones en el dibujo del monocultivo, la burbuja inmobiliaria, la explotación privada de los recursos minerales, la elusión impositiva, la indocumentación de personas.
El asentamiento, poblacional o gramatical, se sostiene en la necesidad, siempre propicia a las innovaciones técnicas y estratégicas. En última instancia, la vida sólo quiere vivir.
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