30 abril 2010

La blogósfera está de moda

Supe recién anoche lo de las jodas de Tinelli, M. H., ya no a meros individuos, sino a pueblos enteros. Se ve que no puede joder a uno solo, por más famoso que se venda. No alcanza. Así que Tinelli va y jode a un pueblito, a un pueblo. ¿Al Pueblo? Por otro lado, ¿quién es imbécil moral que puede reírse mientras ve a una pobre nenita llorar por su culpa? Sí: Tinelli, M. H. puede, y efectivamente lo hizo. Sin ambigüedad, el susodicho Tinelli, de nacionalidad argentina, en vivo hacia toda América, se rio de una nena que lloraba por la jodita que lleva su nombre, y se rio con ese su jeje de mentirita, mientras la nena, que había pasado toda su vida sin agua, lloraba, de verdad y para millones, por su culpa.
No me había enterado en su momento. Sucedió en 2009.
Hace unos días, Tinelli hizo lo mismo en Corrientes.
Es reincidente.
Me enteré anoche por 6,7,8. Estuvo Lucas.
Terminado el Informe Tinelli, M. H., arranca Lucas la ronda de comentarios mencionando las medidas benéficas del gobierno e introdujo que en estos tiempos en que vuelve a verse cierto Estado de bienestar, en que vuelve a pensarse así, la derecha, que es gente de carne y hueso que obviamente no se considera de derecha, tal vez piensa que no debe serles tan fácil a esas morochas y morochitos, y que por ende está bien sufran un poquito antes de que su derecho al agua se vea reconocido y satisfecho por el Estado.
Fue pertinente. Fue precisa y elegante esa intervención. Sin crispación. Pudo haberlo hecho, pero no habló ni de perversión ni de hijaputez, ni dijo nada acerca de lo moralmente funesto.
Seguro que nunca olvida que nadie, nadie, aunque muchos creamos conocer a muchos, se considera a sí mismo un hijo de puta. Y eso habla muy bien de él, puesto que accedió a esa forma de la inteligencia.
Estuvo bueno ese bloque del programa.
Por cierto, estuve viendo mucho el programa. Fueron meses muy densos de trabajo y servicio, así que me desbloguicé bastante, y miré 6,7,8. Sirve. Volví a verlo después de que Lucas criticara el programa en su blog (y yo también un poco en éste).
Anoche estuvo en el programa. La blogósfera está de moda.

2 comentarios:

José Pepe Parrot dijo...

Cuando me enteré de este tema supe que la perversidad no tiene límites. Porque jugar de esa forma con la desesperación de los que son claramente los últimos orejones del tarro no es nada más que inmoral y todos los epítetos que uno quiera recordar: es esencialmente perverso. Una perversidad que no tiene conciencia de sí misma, por lo que es más perversa aún. Una perversidad que M.H.T., con la ayuda inestimable de una manada de televidentes, logró instalar como un estandar.
El otro día, parte de esta gente que estaba con M.H.T. que hace un programa en América que vi diez minutos por casualidad, jugaron a lo mismo: pusieron la canción de Mujer Bonita y filmaban a una supuesta mujer boliviana (era nada más que uno de los "vivos" caracterizado) y el remate del Chiste era "Mujer Bolita". Me fui inmediatamente a vomitar los ravioles.

fd dijo...

Se me ocurre que "esos" como Tinelli y cia, simplemente pueden existir porque hay un otro del otro lado. Solo se me ocurre que esto dejará de existir o por lo menos tener relevancia pública importante con los cambios sociales que incluyen la denuncia, como lo muestra 678 pero sin aburrir con lo mismo o como hablamos acá, o como lo expuso Lucas y algunos otros en sus lugares.
Todos eso junto con la educación formal e informal irá cambiando este tipo de cosas en nuestro territorio...

Lucas, muy bueno... y sí tuvo su critica con ese, este programa que tanta satisfacciones nos da. Y una de las razones es que evoluciona, cambia, y cada día se va parando mejor.