27 febrero 2009

En octubre voto K (aunque viva en Capital)

Hacía rato que quería empezar un post anticipando mi voto en octubre.
(¡Octubre! En fin...)
Habría sido algo del orden de: "Por los juicios a los milicos y los aumentos por decreto, por la nueva Corte y por el Consejo del Salario, por salir del radar del FMI y por la renacionalización de los aportes jubilatorios, y además porque nunca en mi vida voté K ni peronismo in toto; se me hace claro, entonces, que al menos vengo debiendo un voto".
Porque, he de admitirlo, soy de los que en 2003 llegaron a votar a Lilita.
"Y dijo el cuervo: nunca más."

Y tal vez habría justificado mi voto sistamáticamente no peronista (aunque un par de veces elegí a Pino, la última, por ejemplo) en que el peronismo que conocía más de primera mano era el del Beto Imbelloni, Galimberti y Menem, por decir sólo tres. Y tal vez también habría dicho que si llegué a votar a Lilita y antes elegí De la Rúa (aunque no para la presidencia ni la intendencia, sino para debutar electoralmente "rompiéndole el Porto a Menem"), eso fue por la impronta que habían dejado los tres primeros años de la experiencia alfonsinista.

Y tal vez habría terminado con: "La diferencia radica, radicales, en que el kirchnerismo tiene la insoslayable cualidad de seguir existiendo seis años después de cuajar, como para que algunos como yo tengamos tiempo de remediar cierto pichuleo en el reconocimiento de las buenas cosas que nos puede brindar un aceptable gobierno, el mejor de estos últimos 35 años".

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Pero bueno, hoy Malala me mandó un mail con una nota de Galasso, y decidí que era mejor remitirme a su elocuencia. Norberto Galasso, en Página/12, 24 de febrero de 2009.

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