Es domingo, y ya pasó el asado. Y pasó la abuela nonagenaria con sus achaques al cuidado de la madre –aplicada, sexagenaria y con novio nuevo– y de la tía; y pasó la hermana tardo veinteañera, su amiga y las nuevas vigas del parral.
Pasaron –siguen pasando– con entereza.
Es domingo, son las once y diez de la noche y escucho a la Fitzgerald cantando “Easy to Love” mientras miro de reojo a Malala, que siestea tierna en plena noche. Después la escucho a Ella cantando “You’re the Top” y me reconforta reconocer un par de gallos o carrasperas inscriptos en la grabación (“para que sepamos que es humana”, diría Víctor Hugo).
Es domingo y medianoche: cambia la semana. Se da vuelta y ya es otra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario