Ayer nomás, mi querida cobloguera
@malala__ (que también sea amante, concubina y madre de mis hijos es contingente en
esta instancia) me dice que ayer tuiteó la pregunta sobre si volvían los blogs.
Recién leía a
@maticolombatti: "Habrá que leer blog por un tiempo".
Y sí: ahora más que nunca (más que en 2008), resulta indispensable.
(Y tal vez deba rever mi negativa a participar en féisbuc.)
A las operetas, carpetazos y corrillos de los próximos meses -el más firme cemento de los ladrillos del Muro Macri-, propalados por los medios hegemónicos, las redes sociales y pasillos laborales, podremos contrarrestarlos en lugares como los blogs: localizados (si bien virtualmente), firmados, durativos, prospectivos.
También los blogs podrán usarse -como este- de bitácora, recordatorio y protocolo de la experiencia diaria en, parafraseando el descangallo de Quintín, este cuatrienio macrista de mierda.
Todo con diálogo y consenso; y cadenas.
Dice
Cine Braille en
El Blog de Abel:
"La versión realista y soft de la macrieconomía no sería taaan diferente de la macroeconomía sciolista: las retenciones iban a desaparecer o bajar de todos modos, una devaluación razonable estaba en el horizonte, iba a haber que recurrir a China o a emitir bonos de todas maneras para pasar el 2016, los subsidios iban a bajar. Los miedos grandes, no disipados nunca, los tengo en la política energética y en la negociación con los fondos buitres, porque las calamidades que se pueden causar no son evidentes hasta el largo plazo. Cuando hasta el tachero más macrista de todos ya no tenga manera de no ver el desastre, será muy tarde.
Saludos"
Yo coincido en esa proyección del espanto.
Bienvenidos.