07 diciembre 2007

X cuestión

Es viernes, son más de las siete de la tarde y este edificio donde trabajo está prácticamente desierto. El lunes se ha decretado asueto, así que me predispongo alegremente hacia un fin de semana largo. En la oficina de al lado hubo una fiesta de despedida del responsable, y cuando digo fiesta quiero decir exactamente fiesta: fernet con coca, champagne y vino, dance y regalitos + música a todo volumen.

La semana que viene va a ser otra cosa, pero por el momento disfruto de este letargo levemente alcoholizado:

M y G , los espero con los brazos abiertos... ¡y los puños cerrados!

06 diciembre 2007

Lo malo y lo feo (lo bueno te lo debo)

Es sabido: si de prohibiciones programáticas hablamos, una especial celdilla de tal planilla de cálculo está reservada a la propaganda. Que tal discurso es necesariamente mentira (o, socialdemócratamente dicho, “necesariamente es una no referencia a la realidad cotidiana de sus consumidores”) lo sabe todo el mundo, al menos todo aquel que se haya puesto a pensar qué es y para qué existe la publicidad. En virtud de lo dicho, la campaña más odiada últimamente por mí es la de Sprite y su “las cosas como son”, ya que básicamente se dedica a decir: “Sos un gilastro. Por suerte podés tomar Sprite”.
De modo que, si de detestar ideológicamente algo hablamos, no hay propaganda que me guste. Pero a veces hay ejemplos (“acciones” es la palabra elegida por los gerentes de marketing) que se van a la mierda, por toda su intrínseca fealdad, y por las consecuentes contradicciones que ella genera en el interior del spot. Así que, señoras y señores, sin más ni más, con ustedes, lo que es para mí la peor propaganda del año, lejos:
La foto la tomé de sabadoalas9.wordpress.com, cuyo último post hasta este momento es un instructivo sobre cómo divertirse con cinco pesos (y ojo: ¡ sin gastarlos!).