28 octubre 2007

Mano de obra ocupada (con un celular)

Cerca de mi casa, pleno Palermo castrense, pasamos Malala y yo frente a un chico de entre 19 y 22 años, morocho, flaco, cinturón, camisa blanca dentro del pantalón caqui, quien, celular en mano, dice: "Pero nosotros no queremos matarlo, pelotudo, queremos asustarlo". Nos miramos Malala y yo, y redujimos un poco la velocidad de marcha. "Bueno, bueno, todo bien, pero fijate por dónde anda."
Un rato después, pasé de nuevo por el kiosco frente al que estaba hablando el muchacho y lo vi recibir a un grupo de cuatro chicos de sus edad, algunos vestidos con ropas camufladas, prestos a tomarse una cerveza después de todo un sábado (para colmo, preelectoral) de trabajo a destajo.

PD: En estos días estaré atento a las noticias de policiales, que suelen aparecer como hechos aislados, condición que dura en nuestras mentes sólo hasta que raspamos un poco su pintura.

24 octubre 2007

Me recontracago en el Banco Galicia: el efecto Pelagatos


Umberto Eco codificó una forma de la distribución de la información y la llamó “efecto Pelagatos”. Pelagatos es uno de los tantos marineros de un barco cuyo capitán los cita para decirles que a uno de ellos (a Pelagatos, desde ya) se le ha muerto su padre. El modo de informar es el siguiente: ante la formación en fila sobre la cubierta, se les pide que den un paso al frente todos aquellos marineros que tengan a su padre vivo; cuando Pelagatos da su paso al frente, el capitán le descerraja un “«Vivo», Pelagatos, dije «vivo» ¿o no entendió?”. Eco dice que así operan los medios masivos.
Pero es sabido que los medios manipulan la realidad sólo en la medida en que la economía ya lo ha hecho previamente. De modo tal que el efecto Pelagatos no se restringe sólo a la información y la opinión publicadas, sino que se da, entre otros casos, en eso que se conoce como “letra chica” (“está acá, bien clarito, ¿o no lo leyó?”). Pero el efecto Pelagatos en los intercambios y contratos comerciales no se detiene, y también te lo pueden enrostrar de palabra.
Durante los últimos tres años, saqué plata del cajero apretando la opción “cuenta corriente en pesos”. Claro que hasta este mes, nunca había tenido cuenta corriente alguna, pero el sistema validaba mi error dándome el dinero de mi caja de ahorro. Sin embargo (más bien debería decir “con embargo”), hace poco me habilitaron una cuenta corriente (cuya apertura me informaron de palabra), de donde terminé extrayendo a principios del mes esos primeros 990 pesos que pagan las cuentas que sostienen mi infraestructura vital. El domingo pasado, sorprendido por tener en la caja de ahorro más plata de la que suponía, pido los últimos movimientos y me entero de que tengo una deuda, hasta el 19/10/2007 de mil pesos. Cuando el lunes llamo al banco para enterarme qué está pasando, se me informa que estoy operando en rojo por sobre el monto establecido y que, por lo tanto, debo 1040 pesos. Es decir, en quince días, el Banco Galicia se hizo con cincuenta pesos, un tercio de lo que me quedaba para llegar a fin de mes. Indignado, pregunto cómo puede ser que no me avisen. La conchuda del banco me respondió: “¿Y qué querés? ¿Que te llame todos los días para avisarte que tenés una cuenta corriente”. Efecto Pelagatos. “Mató tu onda”, le dije y corté.

PD: Y no, no esperaba que me llamen todos los días, con un aviso en el cajero automático hubiera bastado, algo como “Ojo, macho, que es la primera vez que hacés esto, ¿tas seguro?”. Con eso solo hubiera alcanzado, tampoco soy tan pelotudo (Pelagatos, sí, obvio).

PD 2: Con este post siento que el lema del blog es harto adecuado.

21 octubre 2007

Carteles eran los de antes, por Tweety

Las cosas están cada vez peor...
Paseando por las calles de Caballito, quien les habla se topó con un cartel que exponía la leyenda "Desarrollo integral para el niño atípico".
Gracias a Dios (que debe ser japonés), pude sacarle una foto para llevarla conmigo adonde vaya.
Ya había tenido experiencias de este tipo: carteles mal puntuados o de frases muy graciosas, pero este era muy especial.
A ver si me ayudan. ¿A alguien se le ocurre qué podría ser un niño atípico? ¿Y qué es un desarrollo integral? La cuestión es que mi mente se disparó hacia lugares inesperados...
Hice miles de constructos para tratar de solucionar esto que para mí era un problema gramatical hasta el momento... Luego de un rato me di cuenta de que era una falta total de ética dialéctica (si tal cosa existiera). Las cosas se complicaron y no pude evitar pensar en la gente que es responsable de lo que este grupo de animales llama "niño atípico".
Ya me parecía horrible el eufemismo de decir "es especial", y esto tocó fondo. A partir de ahí se dispara lo que me gusta llamar el efecto Montgomery Burns: Quiero ser bueno, comprensivo y tolerante... y termino siendo la peor basura... No dudo de la buenas intenciones del "niño atípico" que redactó el cartel, pero quiero saber qué pasaría si al notar que un niño se comporta de manera estúpida e irresponsable se lo justifique diciendo "pobrecito, ¿no ve que es atípico?"
¿Y acasó la gente típica no necesita un desarrollo integral también?
La palabra "integral" implica un concepto de unicidad, por lo menos en lo que respecta a la etimología. Entonces, bajo la lógica del autor de la marquesina, porque son los menos, son atípicos... Y como yo soy un buen tipo los aislo y les hago creer que el mundo llega hasta la puerta de calle.
No sé qué piensan ustedes de esto, pero no me suena a integral, es más: me suena a parcial.
Pero dejemos de lado esto un segundo... Un amigo mío se paró enfrente de un montón de gente y se atrevió a llamarlos "boludos" porque estaban apoyando a su novia en la cola (de un recital)... Con esto no quiero decir que boludo y atípico sean sinónimos, pero la cuestión es que eran boludos, pero también eran una banda... y lo molieron a golpes.
La boludez tampoco es algo atípico, pero se encierra al niño atípico para que no moleste al boludo típico. Me parece que la persona que craneó tal mamarracho nunca se imaginó que la palabra implica una responsabilidad, y en lo que a mí respecta, lo siento como un insulto a mi inteligencia.
Lo dejo a la opinión de gente mucho más capacitada e invito a los visitantes de este blog a escribir acerca del tema.
Una parte colorinche: ayer, mientras practicaba el deporte extremo de pegarle al ramal del 96, me crucé con otro cartel, pero este decía: "José Igancio Rucci CREADOR DEL PACTO SOCIAL".
No sé qué decir con respecto a esto, o yo soy muy ignorante o este tipo nació hace 250 años. Estuve pensando en hacer un cartel propio y se me ocurrieron los siguientes lemas:
"Tweety, el autentico creador"
"Tweety, el autor de la divina comedia"
Lo voy a charlar con mis asesores de imagen, a ver qué recomiendan...

12 octubre 2007

Noticias neozelandesas

De Chela, nuestra corresponsal en Wellington:
Acá el rugby es todo, los All Blacks son lo único que tienen, y todo es All Blacks. Pero lo que es gracioso es que no es de fanáticos, es de “es lo que nos conecta con el resto del mundo”. No tienen música, no tienen cine (bueno.... El amor y la furia sí, y Criaturas celestiales, claro), ¡ni siquiera tienen una comida tipica!
En fin, para cubrir todo este “vacío” están los All Blacks, y no lo digo criticando, eh. De hecho, me parece que está bueno. En fin, los privilegios de no pertenecer... Los All Blacks cubren muy bien ese vacío y NZ los ama.
¿Qué te puedo decir? Fui a ver dos o tres partidos a bares, está bueno, la gente se fanatiza, pero nunca tanto como lo puede demostrar un buen bostero. En los bares, la gente va y toma birra, ese es el plan... y ver el partido, obvio. Un buen plan.
Yo, como te imaginarás, me siento un poco incómoda, porque como “somos extranjeros” no sé si estoy habilitada para festejar. Pero cuando puedo, meto algún “uuhhh” o “¡nooooooo!” y nadie me entiende, claro.
La gente toma cerveza y yo siento que cuando termina el partido, ganen o pierdan los All Blacks, todo se acaba. Eso me genera un poquito de vacío, y pienso: “Pero loco, ¿no eras tan fanático? ¿Cuándo es que van al Obelisco (o algo así) a festejar?”.
Ellos, los kiwis, hacen todo así: en el momento se excitan; después, nada.
También fui a ver un partido de los All Blacks a la cancha, cuando estuvimos en Auckland. Ahí la pasé bomba, salvo porque tenía al lado una mujer (que se tomó ocho botellitas de cerveza) que todo el tiempo gritaba “¡try!” o “¡come on!”.
Te cuento lo que me pasa a mí: el otro día estábamos con Coqui mirando un partido, y yo le dije: “El rugby es el deporte del futuro”, “descubrí el rugby”. Y no es porque esté en este país (que de hecho acá la gente es bastante fría). El otro dia, chatendo con Diego le comenté que me encantaba el rugby porque me parecía muy “esta pelota es mía, y no me la vas a sacar y te empujo porque tengo que pasar”. Y es así. Por suerte desconozco las reglas del rugby. Pero los veo, tirándose unos arriba de otros, empujándose para sacarse la pelota, da la sensación de que vale todo. Me encanta.
Sí. Si estuviera en Argentina estaría fanatizada con Los Pumas, seguro, jajajaja.
No sé si llegaran a jugar Los Pumas con los All Blacks, pero me da la sensación que en Argentina lo están viviendo a lo loco, todo el mundo habla de Los Pumas.
No sé cómo voy a terminar este mail, así como no se qué voy a hacer cuando se acabe el mundial de rugby, que tal vez sea el domingo, contra las gacelas sudafricanas.

La coherencia del fútbol argentino

Después de días y días de lluvia, de millones de gotas precipitadas, finalmente la AFA decidió que
esta noche, en La Plata, se completen los 67 minutos pendientes del partido de la octava fecha que se postergó por lluvia.

09 octubre 2007

Miscelánea (escenas de ayer, hoy y siempre)

Ayer
Veo desde el colectivo 93 (de Las Heras y Salguero a Córdoba y Carranza), el ambiente es de este lluvioso frescor que acompaña nuestra alicaída primavera. A la altura de Metrópolis, un morochito de no más de 20 años, esmirriado con campera y mochila, es pecheado por un cana (también morocho él, pero con uniforme y reglamentaria). Cuando ambos pechos terminan de rebotar, el cana pide ver el interior de la mochila. El pibe la abre y le enseña que dentro no hay más que un sánguche envuelto en papel film y un sobre de papel madera todo arrugado y un par de boludeces más. Zafó el pibe, pero la próxima... (Que alguien me confirme o desmienta, pero hasta lo que yo tengo entendido, en Capital la policía no tiene derecho de revisar ni bolsillos ni bolsos.)

Hoy
Colectivo 65 (de La Plata y Carlos Calvo a Dorrego y Guzmán). El ambiente es el mismo de ayer y el colectivero juega carreras con cualquier motor que se le ponga a la par (cuando el bólido competidor es un colectivo, la carrera se pone áspera). A veces, sin carrera de por medio, la aspereza sin embargo continúa. Si no, preguntarle al dueño del nuevo sedán blanco que quedó sin espejo retrovisor y con un largo y grueso rayón en sus puertas izquierdas.

Siempre
La deuda externa (de Rivadavia y Baring Brothers a Kirchner y Emisión de Bonos) suma 140 mil millones de dólares. Para que después digan que ya dejó de ser una pesada carga para los argentinos. Daniel Muchnik nos lo explica un poco.

Vuelve la sodamanía...

...y para constatarlo, no hace falta más que recalar en esta primavera cero que tanto nos viene hinchando las pelotas.

04 octubre 2007

Escalofriante

Salgo a hacer las compras y veo el primer camión de mudanza que anuncia la llegada de los nuevos vecinos al edificio recién emplazado junto a mi casa. Ya se están yendo, guardan los canastos vacíos. Cierta visión me paraliza, en uno de los canastos un cartel reza: "cuarto trillizos".